Luego de la devastación de selva y la migración de especies, ahora cientos de cavernas que forman parte de nuestro acuífero subterráneo, son impactadas por el Tren Maya. Credit: @miguelgmooo ·

El trazo 5 sur del Tren Maya, con una extensión de 67.7 kilómetros se ha vuelto especial por todas las interconexiones de cuevas subterráneas que corre en esa zona que se extiende desde Playa del Carmen hacia Tulum.

En riesgo está Sac Actun, el sistema de cenotes más grande del mundo; estas cuevas sumergidas tienen más de 340 kilómetros.

En la actualidad son amenazadas por la obra federal, por las perforaciones que han realizado para la colocación de pilotes, dijo Guillermo D. Christy, hidrólogo y miembro de la agrupación Cenotes Urbanos.

En marzo de 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en una de sus conferencias de prensa que el Tren Maya no afectaría el medio ambiente.

En diciembre de ese mismo año defendió la cimentación de pilotes a 25 metros de profundidad para sostener un viaducto en el tramo 5 sur.

Dijo que no afectaría el manto freático, cueva o sitio arqueológico; que el impacto sería mínimo.

Tras estudios de la agrupación con vuelos de dron y conteo de fotografías originalmente calcularon unos 8 mil pilotes.

Sin embargo, conforme avanza y se adapta el tramo ya rondan los 17 mil en el tramo 5, que va desde Cancún a Tulum, con 121 kilómetros aproximadamente.

Los pilotes están colocados por grupos, a una distancia aproximada de 15 metros.

Contaminación del agua, el riesgo latente

“El problema principal es el agua, hay cientos de pilotes perforados sobre las cavernas”, expuso Guillermo D. Christy.

“En teoría no debería haber pilotes sobre las cavernas porque la promesa presidencial fue que no se iba afectar; al contrario, la colocación de pilotes era para su protección, aunque desde el principio nosotros supimos que era ilógico, no había manera de no pasar por ellos”.

Ya hay contaminación del fierro por la corrosión de los tubos que están colocando, aseguró el ambientalista.

En días pasados SOS Cenotes denunció la perforación del sistema de cavernas Aktun T’uyul, donde se colocaron 12 pilotes, dos ya perforados.

“Nosotros tenemos un agua de alta salinidad y todo lo que está en contacto se corroe rápidamente”.

Las pilas de concreto con acero no son la excepción, ya hay alta cantidad de cloruro, buzos que han llegado a los pilotes así lo evidencian, asegura.

“Hay un punto donde se encuentra el agua dulce con el agua salada y si se explota más agua dulce de la que tiene el acuífero y más de la que está lloviendo, nos acabamos el agua dulce y el agua salada la empieza a desplazar”, explicó.

Impacto ambiental al paso del Tren Maya

La Cuenca Hidrográfica de la Península de Yucatán se considera como una gran reserva de agua, principalmente de origen subterráneo debido al valor calculado de su recarga natural.

Por ello se cree que todo lo que impacte al acuífero, tarde o temprano afectará también al arrecife.

Los animales y árboles de la selva que utilizan agua dulce no la podrán procesar y entrarán a un proceso de desertificación y pérdida de fauna.

Esto sucederá porque las especies se desplazarán al interior de la península en busca del líquido.

El también integrante del movimiento Sélvame del Tren comentó que donde han estado presentes han logrado evitar más daño.

En cuevas como Las Manitas, Avispa enojada y Oppenheimer, en el sistema de cueva Garra de Jaguar se construye un puente atirantado con alrededor de 260 metros de largo.

Ahí tampoco existe una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) pero los trabajos del Tren Maya junto con las vibraciones afectan estas cavernas.

El suelo de Quintana Roo es kárstico y frágil. “No van a poder inaugurar el 29 de febrero porque tan solo al puente atirantado le queda bastante por lo menos todo este año”, auguró.

En tan solo 15 días para la obra del Tren Maya, despejaron toda la cubierta vegetal de una caverna que habían explorado y apenas descubierto Yorogana 3, por lo que se dieron a la tarea de empezar a explorar sobre las cavernas que iban sobre el trecho.

Hasta el momento han sido impactadas 122 cavernas subterráneas, las que apenas hemos registrado.

Unas las han rellenado completamente, en otras han puesto pilotes y otras han desbaratado sus entradas, indicó.

Añadió que la gran mayoría tiene espejos de agua, una con mayor líquido que otras e incluso en algunas se detecta corriente.

Esto quiere decir que es parte de algún río subterráneo, en realidad todo el ecosistema está conectado lo que pasa es que en algunos puntos no hay posibilidad de acceso.

“La caverna la Dama Blanca, que nos gustaba mucho ir, ya está impactada; la zona que se puede explorar, que es de unos 250 metros, corre el riesgo de que vayan a sepultar la entrada”, señaló.

“Muchos de los animales que entraban a beber a las cavernas, su única fuente agua porque en esta zona no hay ríos ni laguna, se han obligado a desplazarse por el ruido”.

Explicó que aves como el pájaro Toh, que anidan dentro de las cavernas, ya se desplazan y algunas otras se quedaron acorraladas por el paso del tren, la carretera federal y desarrollos urbanos.

Por eso se ha visto un alto índice de atropellamiento de jaguares y tigrillos sobre la carretera. Tan solo en el 2023 se registraron dos atropellamientos de estas especies.

Las especies que habitan estas cuevas son damelas ciegas, camarones, cochinillas y murciélagos, entre otras.

Millones de árboles arrasados

El impacto inmediato se dirigió a la cobertura vegetal perdida, fueron desmontados 8.7 millones de árboles, censo hecho por expertos en un inicio.

Ya con todas las obras accesorias como fábricas de pilotes y talleres, la cifra se calcula en 10 millones de árboles arrasados en la selva, aproximadamente.

Desde que empezó el desmonte de selva para el proyecto del Tren Maya, porque en un inicio iba a ir por la carretera federal, surgió la alarma entre los ambientalistas.

Pusieron denuncias ante varias instituciones sobre el desmonte ilegal. Desde entonces empezaron a realizar trabajos de monitoreo del avance a base de exploraciones espeleológicas en las cuevas.

Fueron documentando por medio de mapeo, topografía y en paralelo, se hizo un registro fotográfico de especies vivas de animales y plantas dentro de las cavernas y su entorno.

“Todo el primer trecho que se desmontó desde Cancún a Puerto Morelos se hizo sin los permisos de cambio de uso de suelo en terrenos forestales, un desmonte totalmente ilegal”.

“En ese entonces no existía la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA); después de tanto exigirla se sacaron de la manga la copia de lo que era originalmente la MIA, que corría por la carretera 307 donde originalmente iba a pasar, señal de mala planeación”, explicó.  

Vestigios arqueológicos

Guillermo D. Christy calculó que en dos años el grupo Ciencia Ciudadana Cenotes Urbanos ha realizado unas dos exploraciones semanales.

Han encontrado vestigios arqueológicos como vasijas y tienen estrecha relación con el  Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y se han puesto en contacto con ellos.

“También hemos visto cómo han arrasado las máquinas para el trazo del tren, cerca de cavernas importantes donde se veía que eran sitios de asentamientos poblacionales de relevancia para los habitantes de ese momento como en las cercanías de Dama Blanca, como en El Escondrijo, donde había dentro un oratorio que está ahora totalmente rellenado”, lamentó.

Agregó que para el INAH lo relevante es el rescate y en realidad se está perdiendo todo un contexto de una pieza arqueológica.

Han cambiado aproximadamente del Tramo 5 sur,, porque precisamente se han encontrado con zonas arqueológicas y cavernas.

“Dan palos de ciego, cuando estuvimos en la presentación pública de la MIA, los funcionarios dijeron que conforme iban avanzado irían resolviendo”.

Si se tuvieran los estudios serios donde se pudieran analizar todas las variables verían que es una zona de un valor incalculable, consideró.

“En 2018 se tenía todos los trámites listos para que la Organización de las Naciones Unidad para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) nombrara Patrimonio Mixto, la zona de Playa del Carmen-Tulum, por la gran cantidad de sistemas de cavernas, ríos subterráneos y cenotes, así como los dos sistemas de ríos subterráneos más grandes del mundo: Sac Actun y Ox Bel Ha, que posiblemente se unan en algún punto y en la zona donde ahora pasará el tren”.

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