Pese a que la primera interpretación de la resolución de la Comisión de Quejas del INE había sido que “encerraba a las corcholatas’’, la realidad es que el fallo es totalmente a favor de Morena.

Lo es porque no es contundente para prohibir los actos de campaña simulada, sino que les deja la opción de seguir brincándose la ley.

La resolución establece que los actos de los aspirantes presidenciales de Morena deberán realizarse “preferentemente’’ en las sedes que el partido tiene en el país.

Ese “preferentemente’’ es tan ambiguo y no es una orden de una autoridad, sino una “recomendación’’ que puede o no ser tomada en cuenta.

Un llamado a misa.

Por eso extraña que Mario Delgado haya montado un circo asegurando que Morena “no acatará’’ la resolución de la Comisión de Quejas, que en realidad le regaló un flan al partido del Presidente.

El proyecto preparado por la Unidad de lo Contencioso del INE, sí demostraba, actas levantadas en los eventos de los precandidatos morenistas, actos simulados que son una campaña política.

Pero, los mismos consejeros del INE que el 16 de junio pasado se habían opuesto a sancionar las campañas morenistas, Rita Bell López y Jorge Montaño, consideraron que la Comisión de Quejas no tenía facultades para determinar si las “asambleas informativas’’ eran o no actos de campaña anticipados.

El documento elaborado por la Unidad de lo Contencioso incluso ordenaba que los actos de los precandidatos guindas se realizaran solo con militantes, pero la consejera López pidió que se abrieran también a simpatizantes.

La única que no estuvo de acuerdo con la decisión fue la consejera Claudia Zavala, quien cuestionó si el fallo respondía a las reglas electorales o a la persona en el poder, en clara referencia a ya saben quién.

El caso es que el INE, al menos su Comisión de Quejas, sigue haciendo como que no pasa nada a pesar de que pasa todo.

Delgado se quejó del “acoso’’ de los funcionarios del INE presentes en las asambleas informativas y dijo que sacaban de contexto “expresiones espontáneas’’ de los simpatizantes de cualquier precandidato.

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Samuel García anda ebrio de poder.

Sólo así se explica que, de acuerdo con “encuestas y careos’’ que sólo él conoce, se haya aventado la puntada de declarar que el Movimiento Ciudadano “es la segunda fuerza política del país’’.

Con sus otros datos, García, que aspira a ser candidato presidencial, espera ganarse la simpatía de los militantes del MC y la gracia del dueño del partido, Dante Delgado.

Solo hay un detalle.

García no debe olvidar que si ganó la gubernatura de Nuevo León no fue por sus propuestas ni su arrastre político, sino por el pleito entre panistas y priistas que le abrió la puerta a la gubernatura.

Si no hubiera habido ese pleito, ahora mismo estaría buscando reelegirse como senador.

Que alguien le recuerde, por si ya lo olvidó.

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Se supone que, de acuerdo con las “medidas cautelares’’ que impuso el Tribunal Electoral a los precandidatos morenistas no debían hacer llamados al voto ni manifestar explícitamente su deseo de ser candidato presidencial.

Aún así, Marcelo Ebrard presentará hoy su “Estrategia para la Transformación de la Justicia en México’’, el segundo proyecto presidencial después de su propuesta ANGEL sobre seguridad.

Ebrard es el único morenista que ha hecho propuestas de gobierno.