Los elevados niveles de informalidad laboral en México afectan a los trabajadores que están empleados bajo dicho esquema, así como a los empleadores y al Estado, señaló Ricardo Barbosa, presidente de Comisión Laboral de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

De acuerdo con datos del Inegi, seis de cada 10 trabajadores mexicanos se emplean bajo alguna modalidad de informalidad laboral, ya sea en el sector informal como tal o dentro de una empresa formal que no los reconoce de manera oficial como empleado al omitir el registro al seguro social.

En la presentación de los más destacado de su evento “Encuentro por Méxido”, Barbosa indicó que desde lo individual, la informalidad laboral perjudica al trabajador al no tener acceso a la seguridad social, ni a la oportunidad para ahorrar para el retiro o para una vivienda, tampoco prestaciones como el aguinaldo.

Y en el contexto de las modificaciones legislativas para la mejora del ámbito laboral, como la reducción de las horas de trabajo y vacaciones dignas, tampoco se verán beneficiados la mayor parte de los trabajadores mexicanos dado que se encuentran en la informalidad.

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Para los patrones, la informalidad laboral representa una competencia desleal. Y para el Estado, con la actual condición del mercado laboral se pierde una oportunidad de recaudación tributaria desde el Impuesto Sobre la Renta (ISR) que contribuyen los empleados formales.

A pesar de las consecuencias, Barbosa apuntó que no hay incentivos para que las unidades económicas transiten hacia la formalidad, lo cual, desde el punto de vista de los informales, sólo representa una serie cumplimientos.