Por Ricardo Hernández

Hay aún playas semivírgenes para disfrutar al norte de Quintana Roo. A solo media hora del centro de Cancún existe un lugar llamado Isla Blanca, una franja de varios kilómetros de playa y tranquilas olas, despejado de edificios, masas de turistas y hoteles.

Ahí solo encontrarás arena blanca, un estrecho donde tendrás de un lado al mar y del otro, una mansa laguna.
Para llegar solo hace falta conducir todo derecho por la carretera a Punta Sam, a unos 25 kilómetros del centro de Cancún.

En el lugar hay un espacio de estacionamiento donde te cobrarán 50 pesos por todo el día. Te recomendamos preguntar hasta qué hora dejan de circular, para que planees tu regreso.

También puedes tomar una combi en el crucero, en Puerto Juárez o más adelante, que te llevará por tan sólo 10 pesos.

Hay un pequeño establecimiento de venta de comida y bebidas, o puedes llevar contigo tus propios alimentos. Recuerda siempre conservar el lugar, no tirar basura y dejar limpio.

Kilómetros antes de llegar, encontrarás alojamientos, desde lujosos hasta pequeños hoteles.

En la laguna puedes hacer padel o el clásico paracaídas sujeto a lanchas que te pasearán por el cuerpo de agua.
El ambiente es familiar y de esparcimiento. Si tienes planeado pasar un fin de semana tranquilo, relajarte y apreciar la naturaleza, esta es la opción para ti.

Recomendaciones: Tener cuidado al nadar, pues no hay salvavidas; no perderse el atardecer y caminar al pie del mar y la laguna.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *