Zoé Robledo
Zoé Robledo

Por Zoé Robledo
Director General del IMSS

En El factor tiempo en un cambio de régimen (1994), Juan Linz sostiene que el momento en que tiene lugar un acontecimiento político sella su desenlace y, por tanto, a mayor tiempo más resistencias: “En un movimiento político, cuanto mayor es la confianza en el éxito final y la conciencia de la propia fuerza, más sólida la base de consenso y más fuerte el sentimiento de inevitabilidad histórica”.

La 4ª Transformación de la vida pública del país es una idea de trascendencia histórica, pero fundamentalmente es una idea política, en cuyos postulados destaca que Por el bien de todos, primero los pobres.

En ese contexto se inscribe la iniciativa de reforma al Artículo 4┬║ Constitucional, presentada por el presidente Andrés Manuel Lopez Obrador, para elevar a rango constitucional la obligación del Estado de proteger a la población más vulnerable.

Y entre las acciones concretas en la materia destacan la creación del Sistema Nacional de Salud para el Bienestar que da atención médica a quienes no cuentan con seguridad social.

También el apoyo económico para las personas con una discapacidad permanente, una pensión para las personas mayores de 68 años en lo general y de 65 años para la población indígena, y un sistema de becas para estudiantes en condición de pobreza de todos los niveles escolares.

¿Por qué llevar a la Constitución estas acciones? Además de blindarlas de toda amenaza de retrogradar, se trata de asumir el papel protagónico del Estado como principal garante de la protección de los derechos sociales. Con esta reforma se alcanzaría un ideal largamente postergado: La construcción de la ciudadanía social.

Se trata de convertir en auténticos ciudadanos a los 3.5 millones de mexicanos analfabetas, los 52.4 millones que viven en pobreza y los 9.3 en pobreza extrema, los 19.1 millones sin acceso a servicios de salud. Hacer ciudadanos a los que no tuvieron más expectativa que dejar sus pueblos y migrar. A los que quisieron trabajar y no encontraron dónde.

El siglo 19 fue el de la ciudadanía jurídica. Un esfuerzo para preservar la integridad territorial del Estado, crear las instituciones básicas y hacer valer las leyes nacionales. La generación de la Reforma construyó la Ciudadanía Jurídica: Los mexicanos alcanzaron la igualdad en lo formal.

El siglo 20 fue tiempo de revoluciones y en México la rebelión fue por la democracia. Nos tardamos un siglo en construir la Ciudadanía Política. Aquella que protege el derecho a votar y ser votado. Del “Sufragio Efectivo, No Reelección” a la alternancia partidista, nos llevamos prácticamente 100 años.

Una vez que el país ha construido y consolidado su noción de ciudadanía jurídica y ciudadanía política, el siglo 21 mexicano será el de la ciudadanía social. El derecho a un desarrollo humano adecuado, acceso a oportunidades económicas, la inclusión de todas y todos al reparto equitativo de los esfuerzos y los bienes sociales.

La 4ª Transformación tendrá en el 4┬║ Constitucional el fundamento para lograr, consolidar y sostener una economía próspera que engendre una sociedad más justa.

Habrá dificultades y resistencias. En el siglo 19 los liberales, y en el 20 los revolucionarios y demócratas, también las tuvieron. Y las vencieron. Si queremos emular esas grandes horas de nuestra historia el esfuerzo debe ser de toda una generación. La generación de mexicanos que entendió el momento, asumió su papel y actuó en consecuencia. Es la generación de la 4ª Transformación. De lo que hagamos en esta hora dependerá la forma como hablen de nosotros los mexicanos dentro de 100 años.