En las últimas semanas, un tipo de letrero cubre cada vez más espacios en las calles de Cancún: “Se renta”.
Con la suspensión de actividades no esenciales, que impide mantener abiertos comercios, con un confinamiento cada vez más estricto y la pérdida masiva de empleos en el estado, los arrendadores de casas, negocios y demás inmuebles se han quedado sin ingresos.
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Estos letreros antes anunciaban una oportunidad. De estar bien ubicados, los inmuebles solían ser codiciados y era cuestión de días para que se descolgara la manta. Ahora es diferente.
“Lleva desocupado un mes”, cuenta Luis, el encargado de dar informes de un predio donde antes vendían carros de segundo o vaya a saber cuántos usos.
A unos pasos de diferencia se encuentra el siguiente letrero, de un local más pequeño, casi diminuto.
“Ha estado vacío por más de seis meses, pero si antes preguntaban poco, ahora con esto del coronavirus, menos”, dice Rosa, la encargada de dar informes.
Los letreros se encuentran sobre la avenida López Portillo, donde hasta antes del gran confinamiento transitaban cientos de carros, miles de personas, desde tempranas horas del día hasta la última ronda de los bares semiclandestinos, cuando comienzan a asomar mujeres solas y sobremaquilladas.
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Ahora, desierto. Este sábado solo se vio a un joven caminar por la Portillo y a un pequeño grupo de albañiles que salían de la obra, que no han parado pese a los reiterados llamados de los gobiernos federal, estatal y municipal a suspender actividades no esenciales para evitar propagar el virus que ha matado a más de 230 mil personas en el mundo y contagiado a más de 3.5 millones.
En la entidad se han perdido casi 70 mil empleos, la mayoría en la zona norte, casi la totalidad de los restaurantes ha suspendido labores temporalmente, lo mismo pasa con los hoteles, que hasta el pasado 30 de abril, 162 habían clausurado temporalmente actividades; la ocupación se arrastra por debajo del 5%.
En las avenidas Tulum, Kabah, Cobá, Cancún, Bonampak; entre las supermanzanas y calles cada vez son más los letreros que anuncian la renta que nadie quiere ni puede pagar en estos momentos.
Quienes sólo perciben ingresos por la renta de sus inmuebles dejarán de recibir el sustento familiar. Este sector no se encuentra contemplado dentro de los programas federales ni estatales por no ser considerados Pymes.
Por Ricardo Hernández