Por Elisa Rodríguez
CANCÚN, Q. Roo.- Quintana Roo enfrenta enormes obligaciones financieras con una deuda que alcanzó los dos mil 95 millones de pesos. Esto implicó que en la entidad el pago por este déficit fuera 2.4 veces lo erogado para inversión pública.

Así lo dio a conocer un análisis de la consultora Standard & PoorÔÇÖs (S&P) Global Ratings, que indica que los grandes pasivos heredados en diversos estados de México, entre ellos el nuestro, han generado que se destine más dinero al pago de intereses que a la financiación pública, tanto a nivel local como federal.

En tanto, un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) informa que el servicio por obligaciones que pagan los estados de la República Mexicana subió al aumentar la tasa de interés de 5.5% en 2015 a 9.2% en promedio en 2018.

También destaca que el nivel del déficit de las entidades federativas ha disminuido en los últimos años, debido al cumplimiento de la Ley de Disciplina Financiera.

De acuerdo al CIEP, Quintana Roo se ubica en cuarta posición en deuda per cápita con 11 mil 666 pesos por habitante, lo anteceden Nuevo León (13 mil 748), Chihuahua (13 mil 174) y Coahuila (12 mil 093), que es lo que cada ciudadano debe pagar por el global que enfrenta su entidad.

También plantea que destinar mayores recursos al débito implica disponer de menos dinero para programas sociales, por lo que los estados podrían hacer ajustes a su presupuesto o recurrir a una reestructuración que disminuya la tasa de interés.

Precisa que estos arreglos requieren considerar lo destinado en pensiones, educación, salud, seguridad y combate a la pobreza. El reporte recuerda que desde 2019, los estados ya no contarán con el Ramo 23 para saneamiento financiero, como ayuda adicional.

PRECIONES

En Quintana Roo y Coahuila, que también enfrentan enormes obligaciones, el costo financiero de la deuda alcanzó dos mil 95 millones y tres mil 375 millones de pesos, respectivamente.

De acuerdo con S&P Global Ratings los niveles de inversión en algunas zonas del país son tan bajos que ya no cuentan con margen para recortes adicionales.

Parte del problema entre el endeudamiento y la financiación en infraestructura radica en la planeación, ya que en muchos casos no se buscan proyectos que duren más de un periodo político y cerca del 90% del gasto se destina a cubrir costos operativos.

El desembolso en obra pública, tanto a nivel local como federal, ha reducido en los últimos años. Esta situación compromete el desarrollo económico de las entidades del país, aseguró el organismo.

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