Quería mostrar una cocina mexicana diferente Chef en París
Quería mostrar una cocina mexicana diferente Chef en París [Foto: Instagram]

“Quería mostrar una cocina mexicana diferente”, dice Enrique Casarrubias, chef mexicano recompensado con una prestigiosa estrella Michelin en su restaurante gastronómico Oxte, en París.

Como él, prestigiosos chefs brasileños, libaneses y griegos afincados en la capital francesa para preparar las recetas de su infancia, aunque ello les cueste la desaprobación de los puristas. 

Entre las sorpresas de su carta figura el “trou normand mexicano”, un digestivo a base de fruta, jugo de limón, sal, pimienta y mezcal. 

“Era algo que comía a la salida del colegio. Le añadí el mezcal de mayor”, cuenta Casarrubias.

 También reinventó el mole y le añadió remolacha, zanahoria; en versión verde, tomates verdes, jalapeño, semillas de calabaza, cacao, canela, cilantro y perejil.

 

 “Busco hasta encontrar el sabor de mi infancia”, aunque “no sea una cocina que exista realmente en México”, explica este nieto de carnicero, que vendía tacos en el garaje de su tía en la Ciudad de México.

Como Casarrubias, Raphael Rego cocina en su restaurante Oka, primer establecimiento brasileño con una estrella Michelin en el extranjero, con productos de su país cultivados en Francia o que importa de la Amazonía.

“Al inicio, los brasileños no entendían lo que hacía. Hoy, la estrella (Michelin) me da la visibilidad necesaria” para este proyecto multicultural, afirma el chef que se formó en la prestigiosa escuela Ferrandi y en reputados restaurantes parisinos.

Su moqueca (guiso de pescado), al estilo bullabesa, es la prueba de que el poder gastronómico no reside en recetas fijas.

 “¿De dónde viene la moqueca? Algunos dicen que de Vitoria, otros que de Bahía. Yo utilizo un condimento de azafrán francés, leche y coco, verduras de temporada, marisco… Y la gente se imagina tanto en Vitoria como en Salvador”, la capital de Bahía.

Según Alan Geaam, el primer y único chef libanés con una estrella Michelin, para que la cultura culinaria de su país brille, las recetas deben evolucionar hacia la “elegancia y el refinamiento” de la cocina francesa. 

“No se puede aspirar a una estrella Michelin con la cocina tradicional libanesa”, aseguró el autodidacta, que huyó de la guerra en Líbano en 1999, viste sus recuerdos con técnicas culinarias francesas. 

El chef griego Philip Chronopoulos lleva mucho tiempo evitando recurrir a sus orígenes para no caer en la caricatura. 

Fue durante el Covid cuando rediseñó su menú, introduciendo elementos griegos: pan mojado en aceite de oliva, queso feta (en helado), tarama (con foie gras), “spanakopita” (un pastel con hierbas y queso feta aderezado con vino amarillo de la región francesa del Jura).