En México, el amor por el queso es innegable, y esto se debe a la increíble diversidad de quesos nacionales que existen, contando con alrededor de 20 variedades distintas.

Desde el suave y cremoso Panela, el añejo y sabroso Cotija, hasta el elástico y versátil Oaxaca, el sabroso queso mexicano ha conquistado los paladares de los mexicanos.

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El consumo anual de queso nacional supera las 400 mil toneladas, lo que equivale a un promedio de entre 2.1 y 6 kilogramos de queso por persona al año.

La producción de quesos se lleva a cabo principalmente en los estados lecheros de Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Chiapas.

En el mercado, los quesos se clasifican según su uso: para rallar, para guisar y para desmoronar. Además, es importante destacar que ninguno de los quesos mexicanos se elabora con leche fermentada.

Solo dos tipos, el Cotija y el queso Ojotzingo, están protegidos por la ley y cuentan con la distinción de Denominación de Origen.

Entre las variedades más populares se encuentra el queso Fresco, conocido también como Panela o de canasta.

Este queso cremoso, elaborado con leche de vaca entera, es altamente húmedo y fácil de rebanar.

Otro tipo de queso Fresco es el Adobera, elaborado con leche descremada y de textura blanda y desmoronable.

El queso Crema o Doble Crema es especialmente cremoso y se prepara mezclando leche de vaca con crema.

Es ideal para untar y se utiliza como base en diversas preparaciones culinarias y de repostería, pero no se puede rebanar.

Sabor mexicano: Las variedades de queso nacional que debes probar

El queso Añejo o Morral se elabora con leche entera de vaca y se prensa para luego ser cubierto con cera o chile molido y madurar.

Es común utilizarlo rallado para añadir un toque final a platos como enchiladas, tostadas y esquites.

El queso Cotija, producido en áreas serranas de Michoacán y Jalisco, es uno de los más populares dentro de esta categoría.

El queso Chihuahua es elaborado por los menonitas que habitan en esta región.

Tiene una pasta cocida y semidura, con pequeños ojos, y se envuelve en tela o parafina para una mejor maduración. Es muy utilizado para gratinar.

El queso Asadero es de pasta cocida y no madura. Su textura es blanda y tiene un sabor suave.

El quesillo de Oaxaca, que se presenta enrollado en forma de pasta laminada, es uno de los más reconocidos de esta variedad.

También se produce en Durango y Chihuahua.

Por último, encontramos el queso Ojotzingo, que se produce en la región de Chiapas.

Este queso tiene un sabor fuerte y una pasta cremosa de color amarillento.

Es un queso de pasta cocida que se cubre con cera, lo que permite una larga maduración.

El rico y variado mundo del queso mexicano continúa deleitando a los amantes de la buena comida en todo el país, y su legado cultural y gastronómico perdurará por generaciones.