Trabajo callejero, cada vez más común en Cancún.

Nos los topamos en cada esquina de los semáforos, cruce o incluso hasta en los estacionamientos de la ciudad, son los vendedores de todo tipo de mercancías y los limpiaparabrisas, quienes buscan cada momento oportuno para sacarle dinero a los automovilistas.

Siempre se acercan, les tocan el cristal de los carros para pedirles “una monedita” como dicen ellos. Algunos por su actitud y su vestimenta son fuertemente rechazados por los conductores, quienes desconfían de ellos y aseguran que les causan inseguridad.

“La verdad no lo sabes, digo, hay mucha necesidad, hay gente que te limpia por obtener una moneda, pero tú no lo sabes exactamente; a mí me han agredido, me han insultado incluso, que miedo, no es agradable para nada” *Carolina Martín, Sondeo

“Yo digo que es malo, da una mala imagen a uno y a la ciudad” “ Pues sí causa inseguridad porque sí hay mucho que son indigentes o en su caso que son borrachos entonces, sí te causa un poco de miedo y más si andas con la familia” *Alberto Sosa, Sondeo

“No me causa molestia, pero me causa un poco de preocupación porque por un descuido también puede ocurrir un accidente y el problema que nos genera a nosotros como conductores no puede meter en un problema” * Miguel Cardo, Sondeo

Son personas que en su mayoría no tienen donde dormir, se refugian en las calles y para conseguir algo que comer emplean este trabajo informal, el cual durante varias horas están bajo el sol, incluso algunos están expuestos a sufrir los efectos negativos de esto.

Pero no son los únicos, otros más han optado por practicar otro tipo de servicio, es abrir las puertas de las tiendas de autoservicio, como Isidro, de 14 años, quien desde hace 5 meses se ha autoempleado.

“La gente me da, solo vengo sábado y domingo que no voy a la escuela” “no pues, para ganar algo acá” “sí sale” “ algunas persona sí agradecen, pues igual no es que lo hagan de mala gana simplemente se van rápido”

Y aunque estos “servicios”, como el que abran la puerta de una tienda, no son aceptados de buena manera por algunas personas, otras más consideran que es un trabajo honesto.

“ Para mí está bien, hay uno allá que está enfermito de la otra tienda, es parte de la forma que se pueden buscar la vida en lugar de estar robando la verdad” ¨Giberto Catro.

Incluso por las calles se puede apreciar a personas de la tercera edad, como la señora Catalina Sánchez Morales, de 79 años, quien se sienta en una esquina del primer cuadro de Cancún a pedir limosna.

“Sí, dos dos” “sí a veces me voy por allá”

Cada vez el aumento de personas pidiendo dinero en la calle es más común.

Hoy en día los habitantes consideran – en su mayoría- que este servicio es molesto, ya que tienen la percepción de que este tipo de personas utilizan el dinero ganado en enervantes o bebidas etílicas, además de que les causa inseguridad cuando se acercan a ellos, por lo que prefieren evitarlos y seguir con su camino.