Pese a que la recomendación de las autoridades del sector salud sigue siendo permanecer en casa y salir por cuestiones indispensables, las plazas comerciales de Cancún se vieron concurridas el fin de semana. Con bolsas de ropa y hasta helados en mano, la gente se paseó estos días de quincena por Las Américas, con el cubrebocas mal puesto y sin procurar la sana distancia.
“Nosotros salimos de compras. Ya es demasiado encierro, vamos a enloquecer”, dijo Seres Beltrán, con un par de bolsas de marca en la mano, quien se encontraba acompañada de su madre, una persona de la tercera edad, considerada población de alto riesgo. “Imagínate, las pocas veces que salgo, salgo al super. Muy estresante mopuedo permanecer en casa”.
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“Ya te digo, iba a enloquecer, me sentí muy mal de tanto encierro”, dice Beltrán, en una plaza techada, de pobre diseño arquitectónico, concurrida, llena de productos que no aparecen en la lista de primera necesidad y de alto peligro de transmisión del coronavirus.
Para ella, comprar es una distracción. “Es que necesitaba un refrigerador, lo vine a comprar y aproveché para adquirir más cosas, dice, ya cohibida, en voz baja”.
Eider Coronado acudió a la tienda departamental por un encargo de un amigo de Mérida, unos tenis que, según dijo, no pudo comprar en línea. Además de esto, Conrado carga con bolsas llenas de playeras blancas.
Cancún, verano, 30 grados. La fila de los helados ya toma forma. Una vez entregado el producto, la gente olvida toda recomendación. Fuera cubrebocas, fuera lengua, qué importa la transmisión oral del virus más letal de los últimos tiempos que ha acabado con la vida de casi 800 mil personas, 857 tan sólo en Cancún.
Para poder ingresar a la plaza, el vigilante de la entrada toma tu temperatura, te proporciona alcohol en gel y te exige portar el cubrebocas, aunque después te lo quites, pues no hay nadie supervisando el cumplimiento de la norma.
“A mí me dio Covid, pero nunca me dio temperatura”, dice Yessi Martínez, quien estuvo hospitalizada por unos días y sobrevivió a la enfermedad. “Aquí puede haber muchas personas circulando teniendo el virus. ¿De qué te sirve que en la entrada te tomen la temperatura? mejor permanecer en casa”, cuestiona, portando un cubrebocas N95, el de máxima seguridad.
RICARDO HERNáNDEZ, 24Horas Quintana Roo