El inusual agujero de ozono sobre el ártico está comenzando a cerrarse. Esto, no tiene nada que ver con la reducción de contaminación ocasionada por el confinamiento humano por la pandemia de Covid-19, sino a una ola de calor.
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“El agujero de ozono sin precedentes del Hemisferio Norte en 2020 ha llegado a su fin. El vórtice polar se ha dividido, permitiendo la irrupción de aire rico en ozono en el ártico” , afirma en su cuenta de Twitter el Servicio de Monitoreo de Atmosfera Copernicus, que señala que la situación ha seguido sus pronósticos de la semana pasada.
Copernicus añade que si bien parece que el vórtice polar aún no ha llegado a su fin y se reformará en los próximos días, los valores de ozono no volverán a los niveles muy bajos vistos a principios de abril.
Durante marzo de 2020, instrumentos a bordo de los satélites de observación meteorológica en órbita polar Metop detectaron un “mini” agujero en la capa de ozono sobre el ártico, con una dramática pérdida en la estratosfera del 30 por ciento de este gas en la vertical del Polo Norte.
Al principio no sorprendió a los científicos, pues se habían registrado otros “mini” agujeros en la zona. Lo que los descolocó fue en realidad que el hoyo comenzó a crecer a un tamaño poco habitual.
A pesar de lo inusual de este fenómeno, los científicos observaron también otra cosa fuera de lo normal y es que el agujero comenzó a desaparecer tan rápido e impresionante como se formó.
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El inusual agujero de ozono se formó por las condiciones atmosféricas poco habituales, de acuerdo con científicos
La principal teoría que podría explicar la formación del agujero es la de las condiciones atmosféricas poco habituales, pues según los científicos, temperaturas inusualmente gélidas en la estratósfera hicieron que se desplomaran los niveles de ozono y se abriera el hueco.
Las condiciones meteorológicas llevaron a temperaturas estratosféricas por debajo de -80 grados Celsius. Por lo tanto, debido a la luz solar y la química, se observan valores de ozono muy bajos. Normalmente, en el ártico no se alcanzan niveles de temperatura tan extremos, es pues el vórtice polar demasiado inestable para que se den las condiciones registradas ahora.
Pero este año, unos potentes vientos alrededor del polo norte atraparon el aire frío, fenómeno conocido como vórtice polar.
El agujero de la capa de ozono en la Antártida se intensificó hace décadas por las emisiones industriales de gases CFC que destruyen el ozono, un gas que protege la vida en la Tierra de los rayos ultravioleta.
La prohibición de estos compuestos en el Protocolo de Montreal en 1989 ha permitido que ese fenómeno (inusual en el ártico) disminuya en la actualidad.