La característica cola de caballo, últimamente recogida en un moño, es historia para el exlíder de Podemos, Pablo Iglesias, quién reapareció este miércoles por primera vez tras haber dejado la política española con un nuevo corte de pelo.
Tan emblemático era su peinado, que lo acompañaba desde su súbita irrupción en 2014 en la política española al frente del partido de izquierda radical, que los medios y políticos de derecha más agresivos contra él lo llamaban despectivamente “el coletas“.
Solo en los últimos tiempos, cuando asumió una de las vicepresidencias del gobierno de coalición español con el socialista Pedro Sánchez, recogía en un moño su larga melena.
Pero en dos imágenes publicadas este miércoles por el diario barcelonés La Vanguardia, el carismático político aparece leyendo un libro en pantalones vaqueros, camisa de cuadros y su pelo oscuro recortado y peinado desenfadadamente hacia los lados.
El nuevo aspecto causó sensación en la prensa española y fue objeto de comentarios en los programas de televisión y redes sociales, en donde lo compararon con Stalin.
Pablo Iglesias emula al joven Stalin con su nuevo corte de pelo https://t.co/jBrR3uRuMP
ÔÇö Eduardo Inda (@eduardoinda) May 12, 2021
El fundador y hasta hace pocos días líder de Podemos anunció el 4 de mayo que renunciaba a sus responsabilidades y abandonaba la política después de unos malos resultados para la izquierda en las elecciones regionales de ese día en Madrid, feudo conservador desde 1995.
En marzo, después de haberse convertido en 2020 en uno de los vicepresidentes de Pedro Sánchez, sorprendió al anunciar su dimisión del gobierno para presentarse a estos comicios en los que su partido podría haberse quedado fuera del parlamento regional.
Antiguo profesor de ciencias políticas, Iglesias, de 42 años, ha sido protagonista indiscutible de la política española desde la creación en 2014 de Podemos, considerada heredera del movimientos de los indignados y las manifestaciones antiausteridad de 2011.
En numerosas ocasiones se le había cuestionado por su cola de caballo, que aparecía en las papeletas de voto de las primeras elecciones para Podemos en 2014, y él la defendía imperturbablemente.
“Llevo coleta desde los quince años y estoy muy contento. No me la pienso cortar mientras la alopecia me respete. Si me quedara calvo, a lo mejor me replantearía las cosas”, decía años atrás en una entrevista televisiva.
“Mientras tenga pelo, llevaré coleta”, añadía entonces con una sonrisa.