Más de un millar de migrantes hondureños salieron este miércoles de San Pedro Sula, con dirección hacia Agua Caliente, cerca de la frontera con Guatemala.
Se trasladan mujeres, niños de hasta un año y personas con discapacidad, como un hombre que fue mutilado hace una década por un tren, en Saltillo, México.
La caravana responde a una convocatoria que se hizo hace tres semanas en redes sociales y se congregó desde las primeras horas del martes en la terminal de autobuses.
Los migrantes, que pretenden llegar a Estados Unidos, ondearon una bandera de Honduras y gritaron consignas como “Fuera Juan Orlando Hernández”, el actual presidente.
Autoridades de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), aseguraron que los adultos que deseen ingresar a Guatemala sólo necesitan llevar su carné de identidad.
Sin embargo, los menores deben portar su pasaporte y una autorización de sus padres.
Uno de los principales motivos de los movilizados es que se van del país porque no hay trabajo, narró la periodista Iolany Pérez.
“Honduras está dejando irse a sus jóvenes”, lamentó.
La caravana, que es fuertemente custodiada por elementos policíacos y de la milicia, está integrada por familias enteras con hijos pequeños.
Hasta el momento no se han reportado accidentes; además, algunos transportistas brindaron ayuda a los migrantes.
Los caminantes se reunirán en Agua Caliente, para lo cual tienen que avanzar aproximadamente 365 kilómetros.
Este fenómeno inició el 13 de octubre de 2018, cuando la primera caravana de migrantes, con alrededor de mil hondureños, partió de la misma terminal.
Los grupos aseguran que su principal interés era viajar más seguros. En ese entonces se sumaron personas de Haití, Cuba y Guatemala, incluso de áfrica y Asia.