El aislamiento social es difícil para muchos niños que pasan la cuarentena en casas pequeñas donde viven con otras cuatro o cinco personas, sin poder expresarse libremente, y se pone peor cuando existe una mala relación entre el papá y la mamá.
Para la psicóloga y terapeuta Roxana Fidelbus, el confinamiento sí tiene consecuencias para la salud, el bienestar y el desarrollo físico y psíquico de niños, niñas y adolescentes.
El Grupo Especializado en Atención a Violencia Intrafamiliar (Geavi) en Quintana Roo ha reportado un incremento de hasta 7% en llamadas de auxilio, situación que prevé se agravará conforme pasen los días y se llegue a los puntos pico de la enfermedad.
En tanto que, a nivel nacional, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SENSP) informó que, de febrero a marzo, se registró un aumento de 22% en los reportes de violencia familiar en los Centros de Atención de Llamadas de Emergencia de todo el país, en especial con temas relacionados a mujeres y niños.
“Uno de los efectos colaterales más preocupante y que se ve agravado en situaciones de encierro es el de la violencia”, dijo la especialista para 24 HORAS.
Precisó que el hogar suele ser el escenario de distintos tipos de violencias contra los niños, que van desde el trato negligente, la violencia psicológica y física, hasta el abuso sexual.
“Los menores, cuyas mamás o cuidadoras son sometidas a violencia de género, también son víctimas, no solo son meros testigos”, subrayó.
“En cuarentena, los niños y adolescentes no van a la escuela ni salen a la calle, por lo que no pueden contar con el maestro, referente comunitario o médico, que suelen actuar como agentes de detección y protección ante casos de violencia”, agregó Roxana Fidelbus.