El 15 de diciembre, Acosta Cano se había registrado en el Comité estatal del PAN como precandidato a la presidencia municipal de Juventino Rosas.
El diputado local ya había sido alcalde en los periodos 2006-2009 y 2012-2015. Actualmente, Juventino Rosas es gobernado por el PRD.
Unos minutos después del homicidio del legislador, a través de sus cuentas de redes sociales, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez Vallejo avisaba que estaba reunido en la Mesa de Coordinación para la Construcción de la Paz.
“La seguridad de los guanajuatenses sigue siendo nuestra prioridad”, escribió Diego.
Pero en un siguiente mensaje, publicado a las 10:05 horas, todo cambió. Enterado del asesinato de su compañero de partido, Rodríguez Vallejo publicó:
“Lamento profundamente el asesinato del diputado local Juan Antonio Acosta Cano y condeno enérgicamente estos hechos, hago un llamado a la @FGEGUANAJUATO para que esclarezca este caso y lleve a la justicia a los responsables”.
La respuesta del fiscal Carlos Zamarripa llegó de la misma manera, mediante un mensaje en redes.
“#FGEInforma El Fiscal general @carloszamarr asignó a la Fiscalía especializada en delitos de alto impacto y una célula completa de @AIC_Guanajuato para que esclarezca el asesinato del diputado Juan Antonio Acosta Cano y llevar a la justicia a los responsables”, fue el compromiso.
Agentes de diversas corporaciones se encuentran en la zona donde fue ejecutado el legislador panista.
Apenas unas horas antes, la región Laja-Bajío, específicamente entre Juventino Rosas, Villagrán y Celaya, fue escenario de una sucesión de enfrentamientos entre integrantes de la delincuencia organizada y agentes de corporaciones federales y estatales.
Nueve civiles y un elemento de las Fuerzas de Seguridad Pública del estado murieron en estos enfrentamientos, persecuciones y tiroteos que se desencadenaron en los caminos que comunican a localidades de los tres municipios con Santa Rosa de Lima como epicentro del conflicto.