La industria turística cayó en picada desde el inicio de la pandemia, por lo que los integrantes del sector tuvieron que idear nuevas formas de atraer a los visitantes y lograr su permanencia, por al menos un par de días o tres, en los destinos.
Los turismos a pequeña escala posiblemente se recuperarán bastante antes que el turismo de masas”, afirma Xavier Medina, catedrático de los Estudios de Ciencias de la Salud de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y director de la Cátedra UNESCO de Alimentación, Cultura y Desarrollo, citado por el portal La Prensa del Rioja.
“Ahora no tenemos tantas ganas de encontrarnos en una playa repleta de gente en cualquier lugar del Mediterráneo, sino de estar en sitios menos masificados. Y el turismo gastronómico, que tiene un estatus opuesto al de masas, sí supone en estos tiempos un reclamo interesante”.
Según Medina, los puntos clave que hacen del gastroturismo una opción especialmente atractiva en la situación actual son su base local, el hecho de ser una clase de excursionismo que suele organizar el propio viajero de forma individual, familiar o en grupos reducidos, y que es, además, una actividad que acostumbra a ser poco estacional y se distribuye a lo largo de todo el año.
“Como los primeros viajes que se permitirán serán los más locales, los de proximidad, y el turismo gastronómico es de base local, tiene ventajas en ese sentido. Otro aliciente es que este tipo de turista visita lugares que no son tan turísticos y los busca por otras razones, entre ellas la gastronomía”, explica el catedrático.
La naturaleza, aliada de la gastronomía
El grupo de expertos de la OMT prevé que en esa fecha se producirá un incremento de la demanda de actividades turísticas de naturaleza y aire libre, con una apuesta sobre todo por el turismo interno y las experiencias de ¡viajes lentos!, en los que se saborea cada momento y cada lugar a través de experiencias como una visita a una bodega o disfrutar de las tradiciones y costumbres del lugar mediante la comida de los restaurantes locales.
Los territorios rurales, a los que se asocia la mayor parte del gastroturismo, “tendrán más demanda, entre otras razones por ser, en la mayoría de las ocasiones, los menos castigados por la pandemia”, dice F. Xavier Medina. El experto añade que habitualmente las actividades que se proponen en espacios al aire libre están cerca de localidades rurales, “por lo que ese tipo de turismo ya está preparado para que haya una oferta gastronómica complementaria que le dé apoyo. Si bien un turista puede visitar un museo o no, o elegir entre acudir a una playa o conocer el patrimonio arquitectónico del lugar, lo que seguro que hace es comer como mínimo tres veces al día. Por eso el turismo gastronómico puede salir muy reforzado!, afirma.
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Perfil del gastroturista
Que la cocina sea un reclamo ÔÇöo al menos un atractivo de pesoÔÇö para un viaje no es una novedad. Según el III Estudio de la demanda de turismo gastronómico en España, realizado por Dinamiza Asesores en 2019, el 82 % de los españoles afirmaba entonces que en los dos últimos años había realizado un viaje o escapada con la intención de disfrutar de la gastronomía. El informe, basado en un millar de encuestas, destaca que los destinos preferidos por los viajeros para tapear son País Vasco, Andalucía y La Rioja, mientras que para comer en buenos restaurantes prefieren País Vasco, Madrid y Cataluña.
Según Medina, que participó en una mesa redonda sobre turismo gastronómico en el VII Congreso Internacional Científico Profesional de Turismo Cultural, que tuvo lugar en Córdoba los días 17, 18 y 19 de febrero, una muestra de que el turismo gastronómico está teniendo algo de peso incluso durante la pandemia es que está dando resultados inesperados en forma de pedidos online de productos autóctonos que los turistas conocieron en su día.
Como explica el catedrático de la UOC, el turismo gastronómico acerca la cultura de un lugar y deja un recuerdo importante en el visitante, que conoce así determinados productos a los que puede incluso fidelizarse. “Eso ya está teniendo un efecto ahora, porque se están dando pedidos a distancia de determinados productos relacionados con el turismo gastronómico. Quienes recuerdan esos productos recuerdan también dónde los comieron, los rememoran en todo su contexto, y eso está teniendo un cierto predicamento en tiempos como estos, en los que no se puede dar el turismo como lo conocíamos hasta ahora”, señala.