Destruir su prestigio, su apellido, fue lo que más le dolió al canciller Marcelo Ebrard, de lo vivido en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.
Destruir su prestigio, su apellido, fue lo que más le dolió al canciller Marcelo Ebrard, de lo vivido en el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto.