No era necesario. Pero López Obrador dio un gran paso hacia el desmantelamiento de los dos supuestos principales partidos de oposición. Le bastaron dos designaciones de gobernadores salientes: la del nayarita, panista descolorido, Antonio Echevarría y del sinaloense Quirino Ordaz. La incorporación del primero puede verse a la luz de una larga relación. Desde 1998 […]