Diviértete creando plastilina de colores y vuelve más amena la cuarentena; si tienes niños, esta es una genial idea.
Crear plastilina casera es muy fácil, sólo necesitarás: dos tazas y media de harina común, una y media tazas de agua caliente, dos cucharadas de aceite de cocina, media taza de sal final, dos cucharadas de crémor tártaro o una cucharada de vinagre de alcohol y colorantes comestibles.
Para fabricarla, mezcla en un recipiente la harina, el aceite, la sal y el crémor tártaro o, en su defecto, el vinagre de alcohol.
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Una vez que la mezcla esté lista, agrégale poco a poco el agua caliente; revuelve hasta obtener una masa pegajosa.
Después deja enfriar y reposar, y dale a la masa la forma que quieras.
Luego, divide la masa en varias partes y añade a cada una dos a tres gotitas de colorante vegetal, y amasa hasta obtener la consistencia de plastilina.
¡Puedes crear todas las combinaciones y tonos que quieras!
Si sientes que la masa es aún muy pegajosa, puedes agregar un poco más de harina.
Diviértete creando plastilina de colores; ingéniatelas también con cinta adhesiva
Si tienes niños en edad de desarrollar sus habilidades de coordinación ojo-mano, la cinta adhesiva será una excelente aliada.
Utiliza una que sea fácil de remover y no dañe los pisos o las paredes.
Puedes hacer caprichosos dibujos de líneas en el suelo, como carriles para que tus niños jueguen empujando sus cochecitos o, incluso, soplando, con una pajilla, pompones pequeños, procurando no salirse de la raya.
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Puedes también crearles carreteras y estacionamientos, incluso una ciudad miatura en el suelo; lo mejor es que te llevará muy poco presupuesto.
También puedes dibujar el tradicional juego de Rayuela para que los pequeños practiquen su coordinación, habilidades motrices y equilibrio.