Por Eliza Rodríguez
CANCÚN, Q. Roo.- Calificada por integrantes de diversos organismos políticos como carente de una ideología política y que “se mueve” por intereses personales, Marybel Villegas Canché se contradice en sus acciones ya que como priista votó por concesionar agua en Quintana Roo, pero ahora como senadora por Morena exige revocar la decisión.
Su carrera inició en 2002, como subprocuradura de la Comisión de la Defensa del Menor y la familia. Fue militante del PRI, PAN y PRD, y ahora, la ex titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) y de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en el estado, milita en Morena, pero además sueña con ser gobernadora.
En un medio de circulación nacional destacan las habilidades de Marybel Villegas para pasar de ser una fiel borgista a una morenista “de hueso colorado”.
Primero militó en el PRD, posteriormente en el PAN, fue diputada del PRI; luego, delegada de Sedesol en sustitución de Fabián Vallado, quien fungió como coordinador de la campaña de Mauricio Góngora y solicitó licencia.
Su fama como política la hizo estar en el “muro de la ignominia” como traidora a la patria, en el cual se exhibió a todos los legisladores locales y federales que votaron a favor del “gasolinazo” y privatización del petróleo.
Villegas Canché ha señalado en el pasado que el haber transitado de un partido a otro no le resta credibilidad, al contrario, le ha permitido conocer las entrañas de los colectivos políticos, situación que puede aprovechar para hacer la diferencia en la sociedad y buscar un cambio, además de conocer la problemática social al trabajar directamente con los grupos más vulnerables en la Sedesol.
El actual secretario general del Ayuntamiento de Benito Juárez y ex líder estatal del PRD, Jorge Aguilar Osorio, además de criticarla por su falta de ideología política le recuerda que como diputados de la XIV Legislatura, a diferencia de ella, él si voto en contra de la concesión de Aguakan.
Y es que el 27 de septiembre, en su cuenta de Twitter publicó una imagen de la votación de Decreto 249, mediante el cual se extendió la vigencia del contrato con esta concesionaria hasta 2053.
VIVE EN LA HIPOCRESÍA
El panista Jesús Zetina califi có de oportunista y cínica la postura de la legisladora por exigir que se rescinda la concesión por presuntas violaciones ambientales y fraude a las arcas estatales por más de 4 mil millones de pesos.
Señaló que la cancelación de la concesión tiene candados por parte de la anterior legislatura para impedirlo, entre ellas una multa que equivaldría a la suma de los ingresos totales de Aguakan anualmente, multiplicados por el número de años que faltan para el 2053, es decir unos 13 mil millones de pesos.