Por Geovanny Zapata
CHETUMAL, Q. Roo.- Habitantes de las comunidades rurales de Quintana Roo mantiene una gran demanda de cursos de capacitación en panadería, urdido de hamacas, plomería y electricidad, en busca de empleo en la ciudad.

Otro fin es es el de generar micronegocios que les ayuden en el sustento familiar, además de las actividades agrícolas a las que se dedican.

Así lo dio a conocer Carlos Mario Uc Sosa, director del Instituto de Capacitación para el Trabajo (ICAT) en el estado, quien afirmó que ante la gran demanda, han llegado a la necesidad de realizar de dos a tres talleres por zona.

“Siempre hay una persona que quiere ser el panadero de la comunidad o la gente que quiere cocinar, entonces nosotros les enseñamos este oficio”, enfatizó.

Subrayó que la plomería y electricidad son los más demandados, pero además piden artesanías y tejido de hamacas.

Expresó que dichos cursos tienen un efecto paralelo al de las grandes ciudades de la entidad, pues aseguró que, a diferencia de quienes viven en las comunidades, las personas que migran a las zonas urbanas están más enfocadas en emplearse en hoteles o negocios.

“Es sorprendente el interés que tienen en la capacitación, nosotros a veces no nos damos abasto, tenemos que ir limitando la participación de las personas ofreciendo dos o tres cursos por comunidad, pero la demanda es permanente”, recalcó.

Indicó que la principal razón de apoyar a las comunidades es por lo limitadas que están en cuanto a la generación de empleo y la dureza de trabajar el campo, sobre todo cuando son tiempos de seguía.

Dijo que las estadísticas son buenas, pues los que concluyen inician su propio negocio. Estas mismas cifras han aportado a la estadística estatal para que Quintana Roo sea una entidad con gran avance en el fomento al empleo.

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