Por Geovanny Zapata
CHETUMAL, Q. Roo.- A pesar de que los cocodrilos que habitan en México y Quintana Roo no se encuentran entre los animales en peligro de extinción, existe la preocupación de que este panorama cambie, y es que a nivel nacional existe una demanda de 80 mil pieles al año de esa especie, de las cuales 15 mil son solicitadas en la entidad, sobre todo en la zona norte.

Rolando Coral, gerente de la Unidad de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMA), afirmó que se buscan mecanismos y proyectos para el manejo sustentable de ese reptil. Destacó que en el caso del ejido de Chacchoben, en Bacalar, se lleva a cabo el rancheo de cocodrilos de pantano, lo que ha permitido su preservación a través de la colecta de huevos, para la crianza posterior.

Explicó que las pieles de esa especie destacan por su excelente calidad en el mercado, además de que la carne sirve para el consumo humano.

Sin embargo, dijo que su limitada producción en cautiverio no satisface la demanda del mercado, por lo que, de seguir así, se podrían presentar serios problemas en la conservación del animal. Expresó que allí es donde radica la importancia en el esquema del rancheo.

PROYECTO

“Éste consiste en la recolección de 50% de los nidos del medio silvestre para llevarlos a incubadoras que tuvieron un éxito del 90%, en comparación con el 1% que se obtiene naturalmente”, enfatizó.

Comentó que las crías posteriormente son vendidas a la UMA Cocodrilia, donde son cuidadas y alimentadas hasta llegar a los estándares establecidos de calidad para el mercado nacional e internacional.

“Con esta práctica se aportan beneficios a todos los involucrados en la cadena de valor”, indicó.

Rolando Coral mencionó que, en México, el proyecto piloto que incluye a la comunidad de Quintana Roo, permite establecer un sistema integrado de producción de pieles de alta calidad y otros derivados del cocodrilo de pantano.

Se basa en la conservación de la especie y de su hábitat, así como en el uso sustentable, legal, trazable, y con reparto justo y equitativo de beneficios a los actores de la cadena productiva, particularmente las comunidades locales.

“Nosotros llevamos el proceso de tres años del cuidado del reptil para poder comercializarlo. Es una sinergia, comunidades, iniciativa privada y Gobierno”, aseveró.

SOBREVIVEN EN MÉXICO

El Crocodylus moreletii se puede encontrar en hábitats de agua dulce en América Central y en la costa del Golfo de México (Campeche, Colima, San Luis Potosí, Tabasco, Tamaulipas, Quintana Roo, Yucatán, Veracruz y Chiapas), se extiende a través de Belice y Guatemala.

En México está sujeto a protección especial bajo la norma NOM-059-SEMARNAT-2010 y actualmente se considera de preocupación menor (PR), de acuerdo con la Lista Roja (UICN).

A pesar de ser utilizado para la producción de carne y pieles, aún existe una población importante en los estados de Quintana Roo, Yucatán y Tabasco.

Actualmente, las amenazas que enfrenta el cocodrilo son por la captura y cacería ilegal, pérdida de hábitat natural y la contaminación de sus cuerpos de agua.

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