Kinshasa, República Democrática del Congo.- La hija de un año de un hombre que murió de ébola esta semana en la ciudad de Goma, en República Democrática del Congo, mostraba síntomas de la enfermedad, informaron el jueves las autoridades. Ruanda cerró su frontera con República Democrática del Congo debido al brote mortal de ébola.

No estaba confirmado que la menor tuviera ébola, indicó el doctor Aruna Abedi, coordinador de lucha contra el ébola en la provincia de North Kivu. El Ministerio de Salud confirmó que la pequeña era hija del hombre fallecido el miércoles, que pasó varios días en su casa con su gran familia mientras tenía síntomas.

Si se confirma que la niña padece ébola, sería el primer contagio de este brote en Goma, una ciudad de más de dos millones de personas junto a la frontera con Ruanda. Es una situación que los expertos temen desde hace tiempo. La minuciosa tarea de buscar, localizar y vacunar a los que tuvieron contacto con el hombre, y a los contactos de esas personas, ha comenzado.

El brote de ébola ha matado a más de mil 800 personas, casi un tercio de ellos niños, en algo más de un año, convirtiéndose en el segundo más mortal de la historia. La Organización Mundial de la Salud declaró el mes pasado una emergencia global.

El ministro ruandés de estado para Asuntos Exteriores, Olivier Nduhungirehe, confirmó el jueves el cierre de fronteras a The Associated Press, al día siguiente de que la OMS elogiara a los países africanos por mantener las fronteras abiertas.

Arabia Saudí aludió al brote de ébola al dejar de conceder visas a personas de Congo la semana pasada, poco antes de que comience el peregrinaje anual del haj este mes.

La OMS ha desaconsejado las restricciones a los viajes, aunque considera “muy alto” el riesgo de que la enfermedad se expanda en la región. Ruanda, Uganda y Sudán del Sur han vacunado hace ya tiempo a su personal sanitario.

Tres personas murieron en Uganda en junio antes de que sus familiares fueran trasladados de vuelta a territorio congoleño para recibir tratamiento, y las autoridades ugandesas declararon al país libre de la enfermedad.

El fallecimiento del miércoles en Goma, “en un lugar con tanta densidad de población, subraya el riesgo muy real de más contagio de la enfermedad, quizá más allá de las fronteras del país, y la necesidad muy urgente” de apoyo internacional, según dijeron varias agencias de Naciones Unidas en un comunicado conjunto al cumplirse un año del inicio del brote.

La declaración de emergencia sanitaria global, la quinta en la historia, llegó después del primer caso en Goma.

El anuncio supuso millones de dólares comprometidos por donantes internacionales, pero algunos trabajadores sanitarios dicen que hace falta una nueva estrategia para combatir las ideas preconcebidas en una parte de República Democrática del Congo que nunca ha sufrido ébola.

Los trabajadores sanitarios que combaten el brote han sufrido ataques e incluso asesinatos, en una región donde operan grupos rebeldes y la población recela de los forasteros.

No hay ningún tratamiento certificado para combatir el ébola, que se contagia por contacto estrecho con los fluidos corporales de los infectados, y la supervivencia puede depender de que las víctimas busquen ayuda lo más rápido posible.

Sin embargo, trabajadores sanitarios señalan que mucha gente en la región no cree que el virus sea real.

El único brote de ébola más grande del que se tiene registro fue el de 2014 y 2016 en el oeste de áfrica, que mató a más de 11 mil 300 personas.

Con información de Reforma

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