Por RICARDO HERNáNDEZ

Un centenar de mujeres de Cancún replicaron el performance ideado por la organización chilena La Tesis, en la cual lanzan consignas de repudio a la violencia contra la mujer.

“Y la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni cómo vestía”, cantaron a coro las casi 100 mujeres que participaron en la actividad ciudadana la noche del sábado en el Parque Las Palapas, en repudio a la revictimización que padecen cuando son objeto de ataques sexuales, cuando en vez de indagar el ilícito, incluso antes de iniciar un proceso legal y formal, ellas son condenadas por vestirse de tal o cual forma, andar por las calles a tal o cual hora, provocando a los hombres.

El violador eres tú, complementa el cántico que se expresa con los ojos vendados, con indumentaria negra y portando un pañuelo verde, mostrando simpatía con el movimiento que aboga por un aborto legal, seguro y gratuito.

El violador eres tú, repiten, enfatizando que en todo crimen siempre hay una víctima y un victimario; un inocente y un culpable.

Para esta ocasión, las participantes decidieron modificar brevemente el guion. Añadieron: “Es el taxista”, dejando en claro el temor que tienen al abordar este transporte y no volver a casa, o hacerlo luego de haber sido víctima de abusos, como ha ocurrido y se ha agravado en los últimos años en Quintana Roo.

La canción que forma parte del performance es conocida como Un violador en tu camino, la cual fue ideada por la organización llamada La Tesis, un grupo de cuatro mujeres chilenas que dieron al movimiento feminista nuevas consignas.

Dafne Valdés, Paula Cometa, Silbia Sotomayor y Lea Cáceres son las autoras, quienes han declarado a algunos medios internacionales que el cántico surgió a partir de una investigación que aborda la violencia en contra de las mujeres en el mundo.

La conclusión a la que lleva aquel trabajo inquisitivo, se puede adivinar, es que la culpa no es de las mujeres por vestirse de alguna manera en particular o por andar por la ciudad a determinada hora del día.

Este fenómeno social se ha replicado por varias partes del mundo, en varios continentes y por múltiples ciudades de México. La semana pasada se llevó a cabo en Chetumal y este sábado en Cancún.

Esta, por cierto, ha sido una de las manifestaciones más nutridas de los últimos años en la ciudad.

Incluso, el fenómeno se extendió por redes sociales. En algún tuit, que ejemplifica la vulnerabilidad de las mujeres, independientemente de la situación y del machismo e impunidad de y hacia los hombres, se leía: “Y la culpa no era mía (tenía 7 años), ni dónde estaba (en mi casa), ni cómo vestía (un overall y dos colitas). El violador eres tú (profesor de guitarra)”.