Nadadores, entrenadores y padres de familia nos preguntamos la forma de no perder entrenamientos. Escucho a entrenadores buscar una alberca para seguir entrenando, a los atletas desubicados ante esta situación del coronavirus.
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Si los nadadores están confundidos en cuanto a la mejor decisión que se deba tomar, los padres de familia están aún más confundidos.
Esta incertidumbre de no saber que pasará, de buscar un equilibrio positivo en sus vida entre sus metas como atletas y mantener las medidas de prevención.
La situación por la que estamos pasando no es algo a lo que estemos preparados o tengamos un plan para salir adelante, las decisiones de países enteros se han tomado en los últimos días y a veces son distintas entre cada uno.
Toda esa información que nos satura el celular y las redes nos confunden aún más. Como entrenadores y/o nadadores estamos acostumbrados a sobrellevar una infinidad de retos y situaciones realmente absurdas para lograr un entrenamiento y para no dejar de nadar.
Hacemos madrugadas y ahí estamos a veces en la alberca a las 4:30 am con tal de sacar los mejores resultados en las competencias.
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Pero si volteamos un poco hacia atrás y recordamos que lo primero que formamos son personas y no máquinas, que primero buscamos desarrollar a un deportista sano e íntegro antes de formar a un nadador, que hablamos siempre de humildad cuando un atleta es prepotente o grosero.
Les enseñamos a contestar bien a sus padres, a no responder a los guardavidas cuando nos sacan de la alberca cuando está tronando o cayendo rayos cerca.
Entonces podemos ver que parte de la responsabilidad social y humanitaria que debemos procurar en ellos es dejar de ir a entrenar, aunque esto parezca verdaderamente en contra todos nuestros principios; que si recordamos de nuevo que somos formadores de personas entenderemos que acatar las reglas siempre es lo que hemos predicado y enseñado.
Ahorita es cuando de verdad es importante enseñar a nuestros niños la importancia de ser responsables, sino de que servirá el día de mañana exigirles respeto a sus padres, a sus compañeros o en las competencias.
Verdaderamente ¿vale la pena buscar una alberca que abra para seguir entrenando? Cuidemos a nuestros niños, cuidemos a nuestros padres, cuidemos a nuestra gente en estos momentos críticos, entrenemos en casa.
Ya habrá un mañana para seguir entrenado en la alberca como lo hemos hecho día a día.
Ricardo Fernández Durán
Director Deportivo Da Vinci Acuatic Center – Cancún México
