La falta de acceso a infraestructura para el cuidado de menores, adultos mayores o enfermos disminuye la participación de mujeres en el ámbito laboral, por lo que se ven en la necesidad de recurrir al sector informal, donde hay más flexibilidad de horarios, de acuerdo con la coordinadora de análisis económico de la organización México, ¿Cómo Vamos?, Adriana García.
En el mercado laboral mexicano prevalece una participación mayoritaria de varones, ya que de las 56.6 millones de personas con trabajo en el cuarto trimestre de 2021, 34.3 millones son hombres, y tan sólo 22.3 millones son mujeres, según cifras recientes del Inegi.
Emprende vectores jornada de descacharrización en Isla Mujeres
De ese universo de mujeres, 12.5 millones están empleadas bajo algún esquema de informalidad, lo que equivale al 56.1% del total de las trabajadoras. Este porcentaje de mujeres en la informalidad es superior a la media nacional de la informalidad para ambos sexos, que es de 55.8%.
Lidia es una joven que desde hace año y medio egresó de la carrera de Pedagogía, pero no ha podido colocarse porque tiene a su cuidado a un menor de dos años. Para disponer de dinero adicional al de su esposo puso un club de tareas en su casa.
Aunque se autoempleó de alguna manera como maestra de niños, no tiene salario ni las prestaciones laborales que recibiría en un empleo formal.
“Sí es difícil ser mujer profesional y madre porque no contamos con las herramientas necesarias para que el ámbito laboral y personal se mezclen. O te dedicas a tu carrera o eres madre. Y en este caso, a lo mejor porque es mi primer hijo, escogí dedicarme a él”, dice.
La responsabilidad del cuidado de niños,adultos mayores o enfermos en casa casi siempre recae en una mujer, lo que le quita la oportunidad de incorporarse al ámbito laboral formal.
Adriana García resalta que la informalidad reduce la calidad de vida de las personas, pues además de percibir menores ingresos, se carece de seguridad social y de certeza ante la falta de un contrato laboral.
“México tiene el gran reto de implementar políticas que hagan que más mujeres se sumen a la población económicamente activa”, enfatiza.
Apunta además que la prevalencia de más de la mitad de la población en la informalidad y la baja participación de las mujeres en el ámbito laboral, no son consecuencias de la epidemia de Covid-19, sino del diseño del mercado laboral en México.
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