Ante el riesgo de una escasez de alimentos derivado de la persistencia de problemas globales, especialistas recomiendan que los consumidores deben aprender a planear y racionalizar su consumo para evitar el desabasto y encarecimientos de productos.
Sugieren planear consumos para conjurar los desabastos
“La sociedad debe de entender que el problema de escasez, es un problema que vamos a vivir con él porque estamos en un mundo globalizado y la demanda es internacional, entonces debemos de tener un racionamiento del producto”, aconsejó Bendreff Desilus, especialista de la Facultad de Negocios de la Universidad La Salle.
En ese sentido, el encarecimiento de alimentos, causado por escasez y combinado con elevados niveles de inflación ÔÇôcuyo indicador general anual se ubicó en 7.65% en mayo pasadoÔÇô, complicarían aún más el contexto, provocando la reducción del poder adquisitivo de los mexicanos.
Si bien, el especialista emitió recomendaciones para consumidores, también apuntó que el Gobierno federal debe de cuidar toda la cadena de producción y distribución de alimentos para asegurarse que no haya trabas en ninguno de los intermediarios, con el objetivo de asegurarse que el producto llegue adecuadamente al consumidor final.
El presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera, agregó que cuando el consumidor no logre encontrar los productos de consumo tradicional, no debería de asustarse y suponer una escasez, sino destinar más tiempo y esfuerzo en sus compras.
El representante de los pequeños comerciantes señaló que en un monitoreo de los precios de la canasta básica que realizaron del 15 de mayo al 12 de julio, además de reportar aumento de 20 productos contenidos en el plan antiinflacionario del Gobierno federal, también recibieron una primera alerta de escasez de algunas presentaciones de bienes, pero no de productos.
En sus compras, la señora Julia descartó que haya escasez de productos, pero sí enfatizó en los elevados precios que la han orillado a comprar menos cantidades de las previstas o productos alternativos.
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“Si algún día hay escasez de alimentos, pues comeremos lo que haya y para lo que nos alcance”, respondió de manera contundente. Y es que comparte que ante el alza en los precios, la única carne que consume es el pollo, pues el bistec duplica el precio.
Datos de la Profeco señalan que en la zona metropolitana del Valle de México, mientras el kilo de bistec de res tiene un precio promedio de 196.39 pesos, la pechuga de pollo está en 111.49 pesos. Una diferencia de casi 85 pesos.
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