Chetumal.- Hace 19 años, en septiembre de 2003, pescadores de Laguna Guerrero reportaron el avistamiento de un manatí solitario, de apenas unos días de nacido, que vagaba por la zona y ya presentaba signos de debilidad, por lo que el día 14 de ese mes fue rescatado por especialistas de El Colegio de la Frontera Sur (Ecosur) y el Gobierno del Estado de Quintana Roo, que lo trasladaron fuera del agua para resguardarlo en una alberca, donde sería observado.
Miguel Mateo Sabido, jefe del departamento de Áreas Naturales Protegidas zona sur del Instituto de Biodiversidad y Áreas Naturales Protegidas (IBANQROO), relata que el rescate del pequeño manatí, de la especie Trichechus manatus quien sería nombrado de cariño como Daniel, era un caso inédito, por lo que el gobierno de Quintana Roo, a través de la Secretaría de Ecología y Medio Ambiente (Sema), actuó rápidamente y unos meses después se creó el Centro de Atención y Rehabilitación de Mamíferos Acuáticos (CARMA), ubicado en Laguna Guerrero, Santuario del Manatí para darle un espacio adecuado al sirénido que apenas tenía un metro de longitud.
“El rescate de Daniel se considera el primer caso de éxito en México, de poder recatar un manatí, que este manatí sobreviva y que también pueda reintroducirse en su hábitat”, aseguró Mateo Sabido.
Si bien, Daniel tuvo un estrecho contacto con los humanos, lo que ha provocado que su comportamiento sea muy distinto a otros de su especie, se reconoce el éxito del personal del IBANQROO para la crianza y liberación de este espécimen, el cual poco a poco ha logrado adaptarse a la libertad.
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El IBANQROO celebra los 19 años de Daniel el Manatí
“Hay que tener un poquito de cuidado ya que Daniel es un manatí muy amistoso, muy ‘amiguero’, que tiene mucho contacto con los humanos, por lo que al no tenerles miedo se acerca a las zonas pobladas y busca el contacto, pero su peso de alrededor de 300 kilogramos y cerca de tres metros puede ser un riesgo para los nadadores, sobre todo a los niños, porque tiene la costumbre de ‘abrazar’ a las personas”, comentó el encargado del Santuario del Manatí a 24 Horas Quintana Roo.
Se brinda pláticas a la población de Laguna Guerrero y Raudales, sitios donde es común verlo, para que minimicen el contacto y que aprendan a valorarlo a la distancia, ya que como todo animal silbestre debe ser respetado su espacio.
Hasta hace un año, el CARMA solo contaba con el caso de Daniel, pero otro ahora es hogar de un nuevo inquilino, otro manatí huérfano, que por consulta popular a niños de la región fue nombrado “Pompeyo”.
De igual manera, Pompeyo fue encontrado vagando solitario en laguna Milagros, que colinda con la comunidad de Huay-Pix, por lo que a través de la red de varamientos de mamíferos acuáticos fue trasladado al CARMA para su atención; no obstante, y a diferencia de su hermano mayor adoptivo, el cuidado de este nuevo ejemplar es distinto, “es como entre hermanos, al mayor se le consiente mucho, pero al pequeño se le educa mejor”, se comenta entre sus cuidadores voluntarios.
“A Pompeyo se le tiene restringido el contacto directo con humanos, para que no los asocie con alimentos, así pueda ser reintroducido a su hábitat sin que tenga el comportamiento que Daniel, por este motivo impedimos que los visitantes lo puedan ver; ya se le está retirando la fórmula láctea especial, pues ya tiene más de un año y poco a poco se le alimenta con algas, que es su alimentación básica, por lo que en unos meses podría ser liberado”, concluyó Miguel Mateo.
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