De enero a septiembre de 2022 poco más de 24 mil hombres agredieron o violentaron a una o más mujeres en Quintana Roo. Ello equivale a tener dos Auditorio Nacional llenos y uno a la mitad de hombres violentos, de acuerdo con el Banco Estatal de Datos de Información de Casos de Violencia contra las Mujeres (Baesvim).
Casi todo el sistema de atención a ellos está centrado en conseguir una pena de cárcel, pero no así en su reeducación en temas de resolución pacífica de conflictos y nuevas masculinidades, de acuerdo con expertas como Vanesa González-Rizzo, presidente de DAS Cancún, y Mónica Franco, investigadora criminóloga, asociada del Observatorio de la Gobernanza para la Cooperación y Desarrollo.
El Baesvim da cuenta de 24 mil 866 victimarios en Quintana Roo en el periodo de enero a septiembre de 2022.
Y también brinda pocos detalles con los que algo podemos conocer del perfil de los agresores.
Aunque en el 87 por ciento de los casos registrados por el Banco no se pudo identificar el grado escolar, los datos disponibles dan un esbozo.
Los hombres con posgrado son violentadores, pero en mucho menor medida. Son los sujetos con primaria, secundaria o preparatoria los que más violencia ejercen en contra de la mujer. A mayor estudio, menor probabilidad de violencia.
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Urge reeducación a hombres agresores
A decir de Mónica Franco, urge cambiar de paradigma: no solo ver a la víctima sino que poner el ojo en el agresor, y no solo para llevarlo a la cárcel, sino reeducarlo, sobre todo en los casos de hombres que delinquen por primera vez.
“Casi todo el sistema está volcado a la atención de las víctimas. Entonces se ve qué se hace con la mujer, a dónde se lleva, pero cuando identificamos al agresor, lo único que tenemos es cárcel y nada más. Y una sentencia si el juez se acuerda de mandarle medidas reeducativas. Pero no estamos trabajando con los hombres que son primodelincuentes, que incurren en violencia familiar, en conductas menos graves que otros casos, de estos que insultan, amenazan. Estos que cometen grados menores de violencia deberían de estar tomando atención psicológica”, opina.
“Tenemos que captar toda esa gente y, en vez de una multa, canalizarlo a atención a las adicciones, reeducación en temas de nuevas masculinidades, de la no violencia, la solución pacífica de conflictos. Eso es lo que todavía cojea en Quintana Roo, que no se enfoca en los generadores de violencia”, añade.
González-Rizzo secunda la opinión y también afirma que los hombres son “víctimas de un sistema patriarcal”, en donde ellos también han sido violentados, en sus casas, en las calles, en sus trabajos, sin que se les brinde atención.
“Ellos también están solos. Y no quiero defenderlos, solo señalar que también son víctimas de este sistema”, dice.
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