Chetumal, 31 de enero. – La Casa del Universitario Indígena “Ya´axche” (Ceiba, en lengua maya), fue inaugurada el 30nde noviembre del 2018, desde entonces no ha albergado a ningún estudiante, y poco a poco se convirtió en un refugio de personas sin hogar y escondite de delincuentes, mencionan vecinos de la colonia Del Bosque.
Ubicada sobre la avenida Cedro, a 100 metros de la Universidad Autónoma de Quintana Roo (Uqroo), fue construida con una inversión federal por 12 millones 354 mil pesos, en un predio de seis mil metros cuadrados, tiene la capacidad para albergar a 100 personas, 40 hombres y 50 mujeres, separados en uno de los tres edificios, sin embargo, la Comisión para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI) la abandonó una vez cortado el listón inaugural, debido a la falta de recursos para su operación, y luego olvidada durante la pandemia.
En estos cinco años, el lugar fue vandalizado, su infraestructura fue saqueada, y la falta de mantenimiento ya hizo mella en la infraestructura, a través de una reja caída se puede ingresar al lugar, donde se aprecian grafitis, la instalación eléctrica ya desapareció y en los baños están destruidos.
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Piden rescate de la Casa del Universitario Indígena
Sin embargo, la asociación civil Relevo Juvenil, que tiene por objetivo fortalecer la participación ciudadana en acciones altruistas, se encargó de limpiar este espacio para mitigar la imagen de abandono, comentó su representante Jocef Pacheco.
“Actualmente estamos gestionando para que la Casa del Universitario Indígena pueda ser reactivada y se use para lo establecido su función, que era albergar a 100 estudiantes foráneos”, mencionó.
Lamentó que en 2018 tuvo su inauguración, pero fue algo mediático, las “típicas” fotos de los servidores públicos, desde entonces han salido cuatro generaciones de profesionistas de la Uqroo, muchos provenientes de comunidades mayas, que no han podido acceder a este albergue para reducir sus gastos.
“Ante esta situación lamentable, hemos decidido actuar llevando actividades de limpieza, tratando de rescatar lo que queda, sobre todo concientizar a la población para que se cuide el área, estas actividades también tienen por objetivo que pueda ser reactivada”, aseguró el activista.
Dijo que se promoverán acciones para que la propia asociación pueda recaudar fondos para cuidar lo que queda del lugar, y poco a poco lograr que entre en funcionamiento, por lo que ya han solicitado a la Uqroo un guardia para vigilar el sitio y que no vuelva a convertirse en un tiradero de basura.
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