La presencia de sargazo en las costas quintanarroense se incrementa año con año y, debido a la dinámica turística del estado, representa un impacto económico importante, no solo en la pérdida de visitantes, sino también en la inversión que se destina para limpiar las playas que, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la zona norte alcanza los 1.5 millones de dólares por kilómetro.
Limpiar sargazo cuesta 1.5 mdd por kilómetro
“Este año el sargazo llegó en febrero y seguirá, como mínimo, hasta octubre. Imágenes satelitales revelan que, en 2023, el arribo será severo”, asegura la Maestra en Ciencias Rosa Elisa Rodríguez Martínez, de la Unidad Académica de Sistemas Arrecifales-Puerto Morelos.
Como cada año, desde 2011, el arribazón de sargazo se presentará en las costas de Quintana Roo; la floración de este organismo empieza en primavera, cuando la temperatura del océano Atlántico se eleva, pero las consecuencias de que sea en grandes cantidades obedecen a factores como el aumento en la contaminación del mar por nutrientes (eutroficación) y el cambio climático, que provoca cambios en las corrientes marinas y vientos.
Cuesta 1.5 mdd en limpieza de sargazo por kilómetro de playa: UNAM
En el este del Caribe es donde hay más presencia de sargazo, pues es donde topa con tierra tras haber cruzado el Atlántico desde África; de ahí se distribuye hacia las distintas islas, Centroamérica, Sudamérica, el Golfo de México y Florida.
“Finalmente llega a México, aunque no de forma homogénea, pues su distribución está sujeta a las corrientes y dirección del viento, y su acumulación depende de la forma de la costa (es más en las bahías que en las penínsulas). Por ello, no siempre es posible determinar dónde habrá más afectación”, destaca Rodríguez Martínez.
De acuerdo con el estudio “Costo de limpieza del sargazo pelágico en México”, la Universidad Nacional Autónoma de México presentó datos sobre los gastos de limpieza en tres municipios de Quintana Roo (Puerto Morelos, Solidaridad y Tulum) y cinco hoteles entre Tulum y Cancún, lo que arrojó un aproximado de un millón y medio de dólares al año por cada kilómetro de playa.
“Es oneroso porque involucra desde la contención en el mar mediante barreras de entre 300 y 500 dólares. Además, se requieren barcos, bandas transportadoras, máquinas en playa, mantenimiento de equipos, camiones transportadores, sitios donde depositar la materia orgánica para evitar contaminar áreas naturales y un número elevado de personal por cada tramo costero”, comenta Rodríguez Martínez.