Los buñuelos son una delicia tradicional que ha dejado su huella en la historia culinaria de México. Su origen se remonta a la época de la conquista española y su llegada al territorio mexicano en el siglo XVI.
Se cree que los buñuelos tienen su origen en la cocina árabe, y fueron introducidos en España durante la ocupación árabe de la Península Ibérica.
A través de los colonizadores españoles, esta receta llegó a México y se fusionó con los ingredientes y técnicas de la cocina mexicana.
En México, los buñuelos se han convertido en una tradición muy arraigada, especialmente durante la época navideña y las fiestas patronales.
Son comunes en las celebraciones familiares y en las ferias populares..
Cada región de México tiene su variante de buñuelos, con pequeñas diferencias en la forma, los ingredientes o los acompañamientos.
Por ejemplo, en algunas partes del país se les agrega anís a la masa, mientras que en otras se rellenan con dulce de leche o frutas.
Receta para preparar buñuelos
Ingredientes:
- 2 tazas de harina de trigo
- 2 cucharaditas de levadura en polvo
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de azúcar
- 2 huevos
- 1 taza de leche
- Aceite vegetal para freír
- Azúcar y canela para espolvorear
Modo de preparación
- En un tazón grande, tamiza la harina, la levadura en polvo, la sal y el azúcar. Mezcla bien los ingredientes secos.
- En otro tazón, bate los huevos y luego añade la leche. Mezcla hasta que estén bien combinados.
- Agrega la mezcla líquida a los ingredientes secos y revuelve hasta obtener una masa suave y sin grumos. La consistencia debe ser similar a la de un pancake o crepe.
- Cubre el tazón con un paño limpio y deja reposar la masa durante al menos 30 minutos. Esto permitirá que la levadura haga su efecto y la masa se vuelva más ligera y esponjosa.
- Mientras tanto, calienta suficiente aceite vegetal en una sartén grande a fuego medio-alto. Asegúrate de que el aceite esté lo suficientemente caliente para freír los buñuelos.
- Con una cuchara grande, toma porciones de masa y colócalas suavemente en el aceite caliente. Puedes darles forma redonda o estirar la masa y hacerlos en forma de disco plano.
- Fríe los buñuelos por ambos lados hasta que estén dorados y crujientes. Esto tomará aproximadamente 2-3 minutos por lado, dependiendo del tamaño de los buñuelos.
- Una vez que estén dorados, retira los buñuelos del aceite y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
- Mientras aún están calientes, espolvorea generosamente los buñuelos con azúcar y canela. También puedes hacer un poco de jarabe de piloncillo o miel y rociarlos con eso.
- Sirve los buñuelos de inmediato y disfrútalos calientes. Son deliciosos por sí solos, pero también puedes acompañarlos con una taza de chocolate caliente o un poco de natilla.
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