La noticia las heló:

El INE por fin ha decidido meterse a revisar los gastos de campaña de las cuatro corcholatas y todas están bajo lupa.

Contra la creencia natural, es una buena noticia.

El dato clave: como le pidió Palacio Nacional al organismo de la morenista Guadalupe Taddei y los demás diez consejeros, no se inhabilitará a ninguna de las corcholatas por adelantar campañas y violar la Constitución.

Así lo subrayamos en nuestra información el viernes pasado y así será en esa parte, para fortuna de Claudia Sheinbaum, Adán Augusto López, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal.

Los otros dos -Gerardo Fernández y Manuel Velasco- no importan: ni son militantes de Morena y, ellos lo saben, van de paleros para asegurar la alianza del PT y Verde en 2024.

Fueron incluidos por López Obrador para avalar al o la escogida del dedazo presidencial y no tienen derecho ni al pataleo ni a buscar opciones electorales en 2024 fuera del aparato de Estado.

AUDITORÍA DE BURLA

Pero hay actuaciones.

Sea simplemente para simular vigilancia sobre sus derroches, las corcholatas recibieron la noticia a principios de la semana: deben rendir informes.

Y ni tardos ni perezosos ya lo hacen.

Adán Augusto López fue el primero en cumplir con este requisito y entregó un reporte a Morena -o sea, a Mario Delgado- de un desembolso de 395 mil pesos en una semana.

Siguió Macelo Ebrard, de acuerdo a los reportes rendidos hasta el día de ayer, con no más de 300 mil pesos porque sus actos -explicó- no son de concentraciones a donde va.

Allá quién se los crea.

Las unidades de Fiscalización y Técnica de lo Contencioso Electoral del INE mandaron oficios para informar de su vigilancia y solicitar datos específicos de todas las actividades.

Sobre advertencia no hay engaño:

Semana a semana deben reportar los actos programados en los siguientes días y luego visores del organismo buscarán a proveedores para saber cuánto cuestan lonas, mamparas, alquiler de sillas e inclusive si reparten cachuchas, playeras, pants y alimentos o aguas.

Eso es lo que dicen, pero todos achican sus gastos.

No dicen, por ejemplo, cuánto les cuesta realmente la movilización del equipo de avanzada, aviones, hospedaje, alimentos y el activismo para las concentraciones.

Sirva un dato:

En 1982 el entonces candidato presidencial de la izquierda, Arnoldo Martínez Verdugo, del Partido Comunista, usó el autobús El Machete y sus operadores eran en promedio 40.

¿Usted cree que ahora una corcholata se mueve sola?

Allá el INE de la incondicional Guadalupe Taddei que se los crea.

FENÓMENO XÓCHITL

1.- Hace tres semanas aquí dimos la primicia: Xóchitl Gálvez iría por la candidatura presidencial por parte de la oposición.

Lo confirmó esta semana y el martes, día de su aceptación, se convirtió en tendencia en redes sociales con más de nueve mil retuits y 2.2 millones de visualizaciones en tres horas.

Un fenómeno explicable: antes de decidir ya tenía más de 50 mil firmas de apoyo, la tercera parte de las exigidas para su registro en la alianza.

Cien mil más las tendrá hoy, sin duda.

Y 2.- Yeidckol Polevnsky ha roto la rutina en Morena.

Se agregó como corcholata espontánea, llevó su caso al Tribunal Electoral y aunque no sea registrada, va a hacer olas en los próximos días.

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