Joe Biden, declaró el pasado viernes una moratoria en la construcción de nuevas terminales de exportación de gas natural licuado (GNL),
Joe Biden, presidente de Estados Unidos, anunció una moratoria en la construcción de nuevas terminales de exportación de gas natural licuado Credit: Redes sociales

En un anuncio impactante, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, declaró el pasado viernes una moratoria en la construcción de nuevas terminales de exportación de gas natural licuado (GNL).

Considerándolo una respuesta urgente a la “amenaza existencial” que plantea la crisis climática. Este paso estratégico representa un desafío para una industria en pleno auge.

El mandatario subrayó la necesidad de abordar la crisis climática como una amenaza vital para nuestro tiempo, expresando su compromiso con la transición hacia fuentes de energía más limpias.

Este anuncio llega en medio de la campaña electoral estadounidense, perfilándose un nuevo enfrentamiento entre Biden, impulsor de un ambicioso plan de financiamiento para la transición energética, y Donald Trump, quien cuestiona la realidad del cambio climático a pesar del consenso científico.

Biden criticó a los republicanos MAGA, acusándolos de negar la urgencia de la crisis climática y de exponer al pueblo estadounidense a un futuro peligroso. Afirmó que su gobierno no permanecerá pasivo y no cederá a intereses particulares.

Detiene Biden nuevas exportaciones de gas

Estados Unidos, líder mundial en la producción de gas de esquisto, se destaca como el principal exportador de GNL.

Actualmente, siete terminales de exportación de GNL están operativas en el país, contribuyendo con un volumen significativo al mercado global.

Sin embargo, Biden anunció que no se aprobarán nuevos permisos de exportación hasta que el Departamento de Energía actualice sus evaluaciones de cada proyecto, un proceso que se espera tome varios meses.

Esta moratoria, anticipada por algunos medios estadounidenses, ha sido considerada positivamente por la organización ambiental Sierra Club como un cambio de política significativo.

A principios de diciembre, más de 250 organizaciones y grupos ambientalistas instaron a Biden a no autorizar nuevas terminales de GNL, señalando los impactos ambientales negativos asociados con este combustible fósil.

A pesar de las preocupaciones expresadas por entidades del sector energético, que argumentan la creación de empleo y la seguridad de abastecimiento a Europa, Biden aseguró que los proyectos ya autorizados continuarán.

De esta manera, la oferta actual y a corto plazo de GNL estadounidense no se verá afectada, según Jennifer Granholm, secretaria de Energía.

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