El proyecto de inversión del gobierno federal planteó en el 2017 la construcción de un muelle en Calderitas.
Según el líder de los restauranteros, a la construcción de faltan faltan los bajos de agua para el acceso a chapoteaderos y a la bahía, Credit: Marco Barragán. / 24 Horas Q. Roo.

El sector restaurantero de Calderitas reclama a las autoridades que a más de dos años de iniciado el proyecto de remodelación de la bahía, la obra sigue inconclusa y olvidada. 

Apolinar Gómez Cruz, presidente de la Asociación de Restauranteros de Calderitas, dijo a 24 Horas Quintana Roo que no hay avances del magno proyecto, en el que se estimó una inversión de alrededor de 40 millones de pesos. 

Señaló que faltan los bajos de agua para el acceso a chapoteaderos y a la bahía, 

Recordó que el proyecto de inversión del gobierno federal planteó en el 2017 la construcción de un muelle.

Asimismo, un mirador y corredor en la zona restaurantera de Calderitas y se esperaba que la infraestructura estuviera lista para el 2020.

Concluir el proyecto turístico en Calderitas

El empresario afirmó que el gobierno federal cumplió un aproximado del 80% de la remodelación, debido que a dos años de fabricación presentó complicaciones.

“No omitimos y agradecemos, pero la idea es embellecer. Hay que buscar cómo concluir el proyecto que busca la población” comentó.

Resaltó también que al proyecto se integró un mecanismo de extracción de agua para el chapoteadero pero no funciona. 

“La idea era que el agua entre continuamente, no que entre, se estanque y se seque”, precisó. 

Gómez Cruz puntualizó que para el acceso a la bahía se contempló la colocación de escaleras o bajos de agua y señalamientos sobre la profundidad, debido que existen secciones de hasta cuatro metros. 

Que cumplan

“Solicitamos que se cumpla la parte del proyecto que quedó inconcluso para aprovechar el objetivo de la obra para las personas de la ciudad”. 

“La gente que viene aquí busca siempre cómo poder acceder al agua, cómo bajar al agua, qué seguridad hay de poder meterse”. 

Afirmó que desde un inició el proyecto impactó con la idea de dos secciones donde en un lado podrían estar los niños y en otro los adultos.

“Deberían crear un mecanismo para que el chapoteadero se mantenga como una piscina y la gente lo aproveche como algo natural”. 

Se plantearon alternativas para esta actividad con el fin de que la gente no se ponga en riesgo al acceder.

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