Credit: Licety Díaz. / 24 HQR.

Integrantes de organizaciones civiles, activistas y miembros de la sociedad en general protestaron ayer frente a las instalaciones de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) por la autorización de proyectos que, consideran, no respetan el medio ambiente.

Como parte de la manifestación realizaron una clausura simbólica de las instalaciones “por omisión y falta de cumplimiento de sus obligaciones, y no dar respuestas a las múltiples de denuncias ciudadanas que han presentado”.

Puente Nichupté

Uno de estos proyectos a los que hicieron referencia es el Puente Nichupté, el cual rechazaron debido a los impactos ambientales, destrucción del manglar y pastos marinos.

Según Araceli Domínguez Rodríguez, presidenta del Grupo Ecologista del Mayab (Gema), esta obra registra una serie de irregularidades e incumplimientos a las normas ambientales.

“La autorización que les otorga la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (DGIRA) tiene una serie de condicionantes que no han sido cumplidas”.

“La primera es el Programa de Rehabilitación y Mejoramiento de Áreas de Manglar, así como el Subprograma de Reforestación de Áreas Aprovechamiento Temporal, en los que se les autoriza la restauración”.

“Pero de ninguna manera es para abrir siete canales sobre manglar sano y vivo, que talaron supuestamente como medida de restauración ecológica; lo que hemos visto en nuestras visitas de campo es que ha sido un verdadero fracaso”, explicó.

La ambientalista detalló que el proyecto está sobre uno de los polígonos del Área Natural Protegida de Manglares de Nichupté, lo cual no estaba autorizado, “otra violación fue haber empezado sin los permisos de Vida Silvestre a los que estaban obligados”, dijo.

Daños ambientales

Araceli Domínguez Rodríguez comentó que el trazo del puente en la parte terrestre está fuera de la superficie del Acuerdo de Destino cedida justo para ello.

Sin embargo, desmontaron y rellenaron manglar en zona no autorizada, ya que la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) establece algunos terrenos de aprovechamiento temporal que debieron restaurar y no lo han hecho.

Asimismo, el incumplimiento de los predios en donación para compensar el impacto que establece la MIA a la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

Recordó que la laguna Nichupté, ubicada entre el centro de la zona urbana de Cancún y la zona hotelera, posee un profundo significado ambiental y social para la comunidad.

Ante ello, aseguraron que el proyecto, promovido por el Gobierno federal a través de la Dirección General de Carreteras de la Secretaría de Infraestructura, Comunicación y Transportes (SICT), ha causado graves daños a estos ecosistemas en sus distintas etapas constructivas.

Semarnat y Profepa, “omisas y sumisas”

A esta protesta se unieron también miembros del colectivo Sélvame del Tren, entre ellos, Roberto Rojo García y Carlos Muciño Rodríguez.

Detallaron ante los asistentes y transeúntes los daños ambientales generados por el ferrocarril y acusaron a la Semarnat y Profepa (Procuraduría Federal de Protección al Ambiente) de ser “omisas y sumisas”.

Recordaron que ninguna de las dos dependencias ha cumplido con la labor de proteger el medio ambiente cuando se trata de proyectos del Gobierno federal.

Tampoco, aseguraron, han dado respuesta a las denuncias ciudadanas respecto al megaproyecto ferroviario.

Los ambientalistas mantuvieron los reclamos durante las dos horas que duró la protesta.

“Con respecto al tramo 5 sur del proyecto Tren Maya, estamos realizando varias acciones, ya que están desacatando una suspensión judicial federal vigente”.

“Siguen las obras, continúan con el delito y con una falta de respeto a la naturaleza, colocando pilotes y contaminando un agua que antes era más limpia y ahora es turbia”.

Carlos Muciño Rodríguez, ambientalista.

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