Cubetas empleada para sacar los restos de concreto de una cueva al paso del Tren Maya.
Herramientas y artículos utilizados por trabajadores del Tren Maya para retirar el cemento de los acuíferos contaminados. Credit: Elías Fuentes (FB).

Trabajadores del Tren Maya han iniciado la remoción del concreto derramado en las cuevas 8 Balas y Oppenheimer, ubicadas al paso de la construcción del tramo 5 y que forman parte del sistema de acuíferos subterráneos de la región peninsular.

Aún falta “por limpiar” 120 cavernas del sistema acuífero subterráneo, expuso el hidrólogo experto en calidad del agua, Guillermo D’Christy.

El también ambientalista expuso en sus redes sociales videos en los que muestra las herramienta y utensilios que usan los trabajadores de la construcción ferroviaria para remover el cemento que cayó en los cuerpos de agua.

Esto ocurre luego de que se diera a conocer que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) reconoció la contaminación de cenotes por cemento en el tramo 5 sur.

Reconoce la Profepa daños por el Tren Maya

Según una publicación de Jesús Vázquez en El Economista, la Profepa rindió un informe, en el marco de las diligencias por el juicio de amparo 10032022, en el que acepta los daños al acuífero maya.

Esta aseveración se basa en un extracto del reporte publicado por activistas de la organización Sélvame del Tren, que precisa:

“El reporte establece que se encontró evidencia del derrame de cemento en las cuevas Garra del Jaguar, Oppenhermer, Manitas y Dos Balas, con motivo de la introducción de pilotes que soportarán el viaducto elevado donde correrá el tramo 5 sur del Tren Maya”.

El artículo de Jesús Vázquez devela que el informe también habla de la solidificación de cemento en áreas secas que cayó en cuerpos de agua (dentro de las cavernas afectadas).

Afirma también que se encontró evidencia de un proceso de oxidación de los pilotes al interior de las cuevas, tal y como lo ha evidenciado Guillermo D’Christy a través de varios videos.

Otro aspecto que otorga razón a los dichos de D’Christy es que la Profepa halló el colapso de un techo o bóveda de un cenote sin nombre.

A esto se suma:

  • La modificación topoforme de las cavernas por las perforaciones para los pilotes.
  • Extracción de agua sin contar con los permisos de autoridades competentes.
  • Relleno y sepultamiento con material pétreo de caverna sin nombre ubicadas a la altura del cenote Manitas.
  • Hallazgo de restos de material pétreo disperso en el manto acuífero de una caverna.

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“Pruebas abrumadoras”

Las pruebas de contaminación de cemento derivado de la perforación de pilotes en varias cavernas como Garra de Jaguar, Manitas, Dos Balas y Oppenheimer son abrumadoras, expresó José Urbina Braco, integrante de Sélvame del Tren.

Sobre el informe de la Profepa, dijo: “Creo que deciden seguir el curso de acción y aceptarlo, pero siguen minimizando los daños, si fuera serio no habría ya ningún empleado trabajando en el tramo 5 sur ni en la estación de Playa del Carmen, porque todo es ilegal”.

Urbina Braco comentó que el colectivo del que forma parte presentó varias denuncias, un formato por cada cenote, con información, fotografías y videos.

Sin embargo, aseguró que la Profepa sólo se limitó a acusar de recibido la queja; luego, que asistirían a los lugares; pero fue apenas hace unos días (luego de un año), que contestaron que habían ido y verificado, “pero en ningún momento nos dicen qué es lo que van a hacer al respecto”.

“Está un poco retorcido porque reconocen todo, pero no absorben la extensión del daño”.

“Así se construyó el tren, pasándole por encima a todos los cenotes y cavernas, derramando cemento”, indicó.

Consideró que la Profepa tendría que meter a la cárcel los que permitieron esto, porque ya había denuncias de los daños, más dos suspensiones definitivas en vigor por falta de estudios.

Por ello, precisó, “todo lo que se está haciendo en el tramo 5 sur es ilegal”, y consideró que los problemas fueron creciendo debido a que no había una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA).

Tenían razón

José Urbina Braco indicó que esta es la primera vez que la Profepa se expresa, en este caso, sobre el juicio de amparo 1003/2022, en el que confirma la contaminación en el tramo 5 del Tren Maya.

El buzo de cuevas mencionó que “esto es un aliciente y demuestra que la gente que alzó la voz tenía razón, los daños son irreversibles, pero queda selva y acuífero por proteger y esto sirve de fundamento”.

Patricia Godínez, integrante de Sélvame del Tren, coincidió y dijo que ya hicieron su trabajo, pero desgraciadamente los daños son irreversibles.

Respecto a la contaminación de los cenotes han puesto dos amparos y decenas de denuncias que continúan su proceso legal.

Por su parte, Guillermo D’ Christy, quien también es miembro de la agrupación Cenotes Urbanos, opinó:

“La Ley y Profepa finalmente nos están dando la razón, algo que se advirtió mucho antes de que sucediera, y sucedió. Ahora urge que la autoridad judicial ordene a la Fiscalía realizar su trabajo, falta limpiar las otras 120 cavernas”.

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