El proyecto terminó como una realidad.
El joven carrilloportense hace uso productos naturales para su vino. Credit: Licety Díaz

Jorge Ricardo Peña, un joven egresado del Instituto Tecnológico Superior de Felipe Carrillo Puerto, de la carrera de ingeniería química, elaboró un vino 100% quintanarroense, que se comercializa en varias zonas de la entidad.

Ricardo Peña, de 30 años de edad logró su objetivo gracias a una de sus clases, procesos de alimentos, en la que aprendió sobre fermentación alcohólica.

Vino quintanarroense

Asimismo lo que inició como un proyecto teórico sobre un vino 100% quintanarroense, hoy es una realidad que se comercializa en la Zona Maya, Chetumal, Playa del Carmen y Cancún.

“Cuando empecé hace siete años era sólo un proyecto teórico con el que concursé a nivel nacional con un equipo de la universidad y ganamos”.

Jorge Ricardo Peña. Emprendedor.

Luego de esa victoria dio el siguiente paso, que era la práctica, y aunque ninguno de sus compañeros quiso involucrarse, le dieron ánimos para lograr su sueño.

“Me dijeron que le diera continuidad porque sí tenía futuro”, dijo.

Agregó que “entonces le puse el nombre por Vinos Yu’um Ich, dios de la fruta en maya; decidí ponerle así por la abundancia frutal que hay en la zona maya de la entidad”.

Añadió que maneja cepas de uvas destinadas para la fermentación y producción de vino.

Asimismo explicó que su elección en gran medida determina el sabor, aroma, color y textura, éstas provienen del norte del país.

Un vino artesanal

“Lo que distingue a mis vinos es que es un proceso artesanal, sin conservadores y porque utilizo frutas que se asemejan tanto a las propiedades químicas como físicas de las uvas”, sotuvo.

“Como la carambola que es jugosa, tiene textura y carbohidratos similares a los de la uva, así como la pitahaya, la jamaica, el nance, el tamarindo, la guayaba”, señaló.

Agregó que todo depende de la temporada, aunque a partir de este año “estoy tratando de que ya tenga todo el año los sabores”.

Junto con su nuevo socio Jorge Eduardo Guzmán, compraron unos congeladores para poder mantener las frutas de temporada.

Las ventas se han extendido a Cancún, Chetumal, Playa del Carmen, “me contactan por mi página y hago los envíos que me pidan a través de paquetería”, informó.

Con un familiar que tiene una tiendita vende cada botella a un costo de 230 pesos.

El producto demora de mes y medio a dos meses para que esté óptimo, y cuenta actualmente con capacidad para envasar mil 500 botellas.

Siguiente nivel

Desde hace seis meses y viendo la temporada de calor, expandieron su negocio y ya elaboran también cerveza artesanal.

La clara es Pale Ale, y tiene un costo de 50 pesos y, la oscura, 60 pesos, la cuadl denominaron Happy Bunny.

“Se ha vendido con éxito, sacamos de 15 a 20 cajas cada mes y medio y gusta, sólo la vendemos en el municipio porque es de reciente creación”, apuntó.

También señala que tienen que empezar a pensar en expandir este producto, como el vino que ya lo comercializan para bodas, 15 años, festejos y reuniones.

Promueve el consumo local

El siguiente paso es hacer unos trámites que les faltan y ver los programas para colocarse en restaurantes de la Riviera Maya.

Su plan también es llegar a otros estados para que tengan más solidez y confianza las personas que compren el producto.

Finalmente hizo un exhorto al consumo local, en su caso sin conservadores, en apoyo a los pequeños productores.

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