El hallazgo forma parte de los trabajos de la mega obra-.
Según el INAH es el área donde se construyó el Tren Maya con mayor número de monumentos encontrados. Credit: INAH

El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), informó que el proyecto del Tren Maya, iniciado en 2022, ha desvelado una serie de vestigios que, ocultos por la exuberante selva, emergen para dar luz sobre la vida vinculada con la periferia de los grandes centros ceremoniales prehispánicos.

En un comunicado, el INAH, reveló que en el frente 4 del Tramo 7 del tren, el cual abarca 34.8 de los 256.1 kilómetros que van de Chetumal, en Quintana Roo, a Escárcega, en Campeche, las y los arqueólogos del instituto, han descubierto 9,699 monumentos precortesianos.

Los tesoros hallados en el tramo 7 del Tren

Agrega que con dicha cifra, lo convierte, hasta el momento, en el área con mayor número de registros, informó el arqueólogo miembro del equipo de prospección, Luis Alfredo Núñez Soto.

Los hallazgos, detalló, corresponden a:

  • 4,513 cimientos con núcleo.
  • 1,103 cimientos simples.
  • 709 albarradas.
  • 657 terrazas.
  • 486 basamentos.
  • 392 niveles.
  • 339 andadores.
  • 326 cimientos compuestos.
  • 77 alineamientos.
  • 43 cimientos con pretil.
  • 21 chultunes.
  • 17 haltunes o sarteneja.
  • 15 rejoyadas (depresión donde se estanca el agua).
  • 3 plataformas.
  • 2 buk’te’s (depósitos hechos en el fondo de las aguadas).

Julieta Ramos Pacheco, coordinadora del frente 4, puntualizó que todos estos elementos permiten plantear hipótesis interpretativas de los monumentos, así como de su función dentro de las comunidades mayas.

Espacios destinados a la siembra

Además explicó que las más de 600 terrazas localizadas, fueron creadas como espacios destinados a la siembra, cuyos excedentes, probablemente, servían para abastecer a los grandes centros urbanos de la región, como Calakmul, entidad a la que, quizá, estaban sometidos dichos agricultores pretéritos.

También añadió que muestra el asentamiento de grupos de control y trabajo relacionados con la siembra y cosecha de alimentos, así como la estratificación social que había en esta región.

“Los estudios y análisis del material recopilado, estarán disponibles para futuras investigaciones que permitirán conocer mejor el pasado de quienes allí habitaron”, agregó.

Identificación de monumentos

La labor del equipo de especialistas, a cargo del responsable del salvamento arqueológico en las obras, Manuel Eduardo Pérez Rivas, se desarrolla bajo un minucioso protocolo de acción, el cual se divide en siete etapas: 

  • Prospección.
  • Registro único.
  • Excavación.
  • Medidas de protección.
  • Recuperación.
  • Base de datos.
  • Análisis.

La arqueóloga Analí Melchor Tiburcio, explicó que durante la prospección, se realiza la identificación de monumentos y restos materiales de la superficie, así como la limpieza de los mismos.

El también arqueólogo Luis Alan Cabrero Martínez, apuntó que posteriormente se registran las características de cada monumento de manera puntual.

Finalmente, en las etapas posteriores se realizan labores de salvaguarda de los monumentos y de recuperación de materiales arqueológicos, los cuales se registran en una base de datos para su resguardo, análisis e interpretación.

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