Tras el paso del huracán Beryl, a pobladores de Punta Allen les preocupa la arena acumulada en el paso hacia Punta Lagarto, debido a que subió la marea en la zona.
Además esperan que las autoridades de Tulum lleven pronto la maquinaria para emparejar el camino, dijo Carlos Cauich Witzil, delegado de la región.
“El camino, aunque no está cerrado, sigue abierto a la circulación, hay mucho lodo, subió mucha arena por la corriente”, dijo.
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Afectaciones por el huracán
También explicó que “con ello se corre el riesgo de que algunas unidades se queden atascadas, hay que quitarla y que quede todo viable”.
Con respecto a la vía que da acceso hacia la comunidad, hay paso, pero sólo con camionetas.
Agregó que autos bajos no pasan porque hay puntos donde hay aún encharcamientos, pero no tan graves como las lluvias que trajo baja presión anterior que sí dejaron el trazo en un estado deplorable.
Gracias a la obra que se hizo el año pasado de poner barreras, se amortiguó y evitó que la marea no afectara, aunque sí hubo deslaves, nada de riesgo, calificó.
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Baja el agua
Por suerte no se cayeron postes, solo afectó el agua, pero ya bajaron las inundaciones en el pueblo en el que la mayor parte de la población se fue a los refugios ubicados en Tulum.
Además en Punta Allen sólo se quedaron 30 personas, unos 600 habitantes desalojaron al ser una zona baja y vulnerable ante el embate de fenómenos meteorológicos.
Finalmente en cuanto a la energía eléctrica, el viernes se les fue a las 23:00 horas, pasaron todo el sábado sin electricidad, servicio que quedó restablecido el pasado domingo a las 11:00 horas.