Los oídos son órganos complejos y esenciales para nuestra audición y equilibrio. Es fundamental cuidarlos adecuadamente para evitar daños irreversibles. Sin embargo, muchas prácticas comunes de limpieza pueden ser perjudiciales. Aquí te explicamos cómo cuidar tus oídos de manera segura y cuándo es necesario realizar un lavado de oídos.
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¿Qué debes saber sobre el cuidado de tus oídos?
La Importancia del cerumen
El cerumen es una sustancia natural producida por las glándulas ceruminosas del oído. Su función principal es proteger el canal auditivo de infecciones, polvo y otros agentes externos. Normalmente, el cerumen se drena solo y no causa problemas.
Mitos sobre los cotonetes y otros objetos
El Dr. Silvio Jurado Hernández, especialista en otorrinolaringología y académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, advierte sobre el uso de cotonetes, pasadores u otros objetos pequeños para limpiar los oídos. Estos pueden causar:
- Perforación Timpánica: Al introducir objetos en el oído, se corre el riesgo de dañar el tímpano.
- Tapón de Cerumen: En lugar de limpiar, estos objetos pueden empujar el cerumen hacia adentro, formando un tapón.
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Producción excesiva de cerumen
Hay dos factores que pueden causar molestias debido al cerumen:
- Producción excesiva: Algunas personas producen más cerumen de lo normal.
- Interferencia en la autolimpieza: Al intentar limpiar el oído, se puede interrumpir su proceso natural de higiene, causando la acumulación de cerumen.
¿Cuándo y cómo realizar un lavado de oídos?
Indicaciones para el lavado
Un tapón de cerumen puede causar pérdida de audición, zumbidos, sensación de oídos tapados o vértigo. En estos casos, un lavado de oídos puede ser necesario.
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Procedimiento seguro
El Dr. Jurado Hernández recomienda que el lavado de oídos sea realizado por un especialista para evitar complicaciones. El procedimiento consiste en:
- Posición correcta: Mantén la cabeza erguida y endereza el conducto auditivo externo jalando suavemente la oreja hacia arriba.
- Irrigación: Utiliza una jeringa con agua tibia para dirigir un chorro suave contra la pared del conducto auditivo, cerca del tapón.
- Drenaje: Inclina la cabeza para permitir que el agua drene.
- Repetición: Repite el proceso según sea necesario.
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Riesgos potenciales
Aunque es un procedimiento sencillo, el lavado de oídos implica ciertos riesgos, como infecciones si no se seca adecuadamente el canal auditivo, perforación del tímpano, vértigo o pérdida temporal de la audición. Por ello, es esencial que lo realice un profesional.
Para cuidar adecuadamente tus oídos, evita el uso de objetos pequeños para su limpieza y acude a un otorrinolaringólogo si experimentas molestias. Un especialista puede diagnosticar correctamente el problema y realizar el lavado de oídos de manera segura y eficaz.