El Tren Maya sigue con líos legales.
El tribunal consideró que las autorizaciones de impacto ambiental y cambio de uso de suelo para el Tren Maya no cumplen por sí solas con los principios ambientales. Credit: Especial

En otro capítulo más, un tribunal de Yucatán ha otorgado una suspensión definitiva a las obras de los tramos 5 Norte, 5 Sur y 7 del Tren Maya debido a irregularidades ambientales detectadas en el proyecto, un fallo que subraya la importancia de priorizar la protección del medio ambiente.

Asimismo, los tramos en cuestión abarcan las rutas Cancún-Playa del Carmen y Playa del Carmen-Tulum (tramos 5 y 5 sur), así como Escárcega-Chetumal (tramo 7).

Resolución basada en principios ambientales

Asimismo, la decisión del Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa de Mérida responde a un amparo.

El juicio fue presentado en 2020 por comunidades indígenas, campesinas, urbanas y costeras, junto con organizaciones civiles.

Además, las denuncias señalaron impactos ambientales graves del megaproyecto.

El fallo, alineado con criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, se basó en los principios de prevención y precaución, destacando que las autorizaciones de impacto ambiental y cambio de uso de suelo no cumplen plenamente con las normativas.

Obras detenidas en tramos clave

Asimismo. en el caso de los tramos 5 Norte y 5 Sur, se ordenó realizar estudios geológicos, geohidrológicos y geofísicos, los cuales deberán ser evaluados por la autoridad ambiental antes de reanudar las obras.

Para el tramo 7, se detectaron incumplimientos en la conservación del paisaje kárstico y el rescate de flora y fauna, lo que motivó la paralización inmediata de las actividades.

Protección ambiental frente al desarrollo

El tribunal también instruyó al Juzgado Primero de Distrito en Mérida a supervisar que todas las condiciones ambientales sean cumplidas antes de reactivar los trabajos.

Aunque el fallo llega en una etapa avanzada del proyecto, resalta la necesidad de priorizar la protección ambiental sobre los intereses económicos.

Finalmente, las comunidades afectadas continúan exigiendo respeto a sus derechos humanos y al medio ambiente frente a los riesgos asociados al Tren Maya.

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