En los próximos meses seguramente veremos que las críticas y posturas políticas contra toda acción de los Gobiernos municipales se intensifiquen, sobre todo en demarcaciones como Othón P. Blanco, Felipe Carrillo Puerto, Bacalar y Tulum, donde sus alcaldes se posicionan como los más débiles de los 11 que conforman Quintana Roo. 

Si bien la marca Morena arrasa en urnas derivado de los programas sociales implementados por el Gobierno federal y estatal, acciones que nunca se habían visto en el país y la entidad en beneficio de los ciudadanos, los electores esperan otros rostros a la hora de elegir candidatos, aunque tampoco se trata de lanzar figuras vinculadas a los malos gobiernos anteriores.

En ese contexto basta decir que en el municipio de Othón P. Blanco, Movimiento Ciudadano se convirtió en primera fuerza; mientras que en Felipe Carrillo Puerto se ubicó como tal el desaparecido Partido de la Revolución Democrática (PRD). Ahí las actuales presidentas municipales ganaron por los votos que logró la coalición.

En Bacalar, José Alfredo Chepe Contreras, priista ahora morenista, no es precisamente santo de la devoción de los ciudadanos, y se lo hacen notar cada que hay oportunidad con movimientos y manifestaciones.

La buena noticia para Morena y los quintanarroenes es que esas tres figuras ya no podrán, aunque quieran, competir nuevamente por los cargos actuales, lo cual permitirá que se lancen nuevos rostros y seguramente con mayor aceptación entre el electorado y la marca.  

Pues bien, y volviendo al tema principal que se plantea en esta columna, no debe sorprender que en los próximos meses las figuras que deseen contender por los cargos de elección popular arrecien las campañas de críticas y señalamientos, puesto que estamos a menos de dos años para entrar en proceso electoral y a dos años y medio del cambio de Gobierno.

Parece lejano, pero no es así porque todo aquel que desee contender sabe que es el momento idóneo para hacerse notar y fijar posturas frente aquello que consideren es de interés de la ciudadanía.

De Tulum y su presidente municipal mejor ni hablar, el tema ahí es delicado y complicado. Ahí seguramente figuras como Jorge Portilla capitalizarán lo que en esa demarcación ocurre rumbo al 2027. Hasta la próxima.

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