Quintana Roo enfrenta una crisis educativa sin precedentes: a seis semanas del inicio del paro indefinido de labores en escuelas, el movimiento magisterial muestra señales claras de fractura interna.

Dos de las agrupaciones con mayor presencia en el estado, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y el Comité Central de Lucha, han optado por rutas distintas en su relación con el Gobierno estatal.

Comité Central de Lucha: diálogo con la gobernadora y denuncias de hostigamiento

El Comité Central de Lucha confirmó recientemente haber establecido comunicación directa con la gobernadora Mara Lezama, quien solicitó su pliego petitorio y propuso una mesa de negociación. Sin embargo, a pesar de este acercamiento, el paro continúa.

La organización acusa a la Secretaría de Educación de Quintana Roo (SEQ) de implementar medidas de presión, como amenazas de auditorías y descuentos salariales. Aunque estas acusaciones no han sido confirmadas oficialmente, han generado malestar entre los docentes.

Algunas escuelas, como telesecundarias y planteles de nivel medio superior, han optado por reanudar clases, argumentando un compromiso con los estudiantes.

No obstante, el Comité Central ha rechazado estas acciones, denunciando presiones externas hacia el magisterio y reiterando su llamado a sostener el paro.

CNTE negocia por separado y anuncia avances

En contraste, la CNTE decidió abrir una mesa de negociación tripartita con la SEQ y representantes de la Federación. Producto de este proceso, anunciaron importantes avances, como el pago de salarios atrasados, la asignación de claves docentes y acuerdos en materia de inclusión y derechos laborales.

A pesar de ello, la CNTE también mantiene el paro, pero ha hecho duras críticas al Comité Central, al que acusa de actuar con intereses particulares y de simular representatividad en espacios nacionales.

La Coordinadora desmintió que el Comité haya tenido participación oficial en el Segundo Foro Nacional por la Defensa de los Derechos Sociales de los Trabajadores del Estado, realizado en la Ciudad de México, y señaló que su estrategia de diálogo con el poder contradice los principios históricos del movimiento magisterial.

Movimiento magisterial dividido, con efecto en las aulas

La falta de consenso entre las agrupaciones ha complicado aún más el panorama educativo en Quintana Roo. Mientras algunos planteles retoman actividades, otros continúan en paro, generando incertidumbre para miles de estudiantes y familias.

La división entre los liderazgos magisteriales pone en juego la fuerza colectiva del movimiento, y plantea dudas sobre el rumbo que tomará la lucha en los próximos días, especialmente si no se logra una postura unificada ante las autoridades.