El sector de rentas vacacionales enfrenta un panorama incierto rumbo a la temporada de invierno.
Manuel Lozano Álvarez, presidente de la Asociación de Administradores de Rentas Vacacionales, reconoció que, aunque se espera un ligero repunte, la situación es complicada.
Esto, tras un verano en el que las ocupaciones cayeron por debajo del 50 por ciento, arrastradas por factores externos como la inestabilidad política internacional y un menor flujo de viajeros.

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Retos del sector de rentas vacacionales
Lozano Álvarez rechazó la versión difundida por hoteleros y representantes de los tiempos compartidos, quienes culpan a las plataformas de alojamiento temporal de acaparar la demanda turística en la temporada pasada.
“No es cierto. Lo sufrimos como todos los sectores”, afirmó, subrayando que la problemática no se debe a un crecimiento desmedido de la oferta, sino a una caída generalizada en la demanda.
Ante la falta de huéspedes, explicó, muchos propietarios han optado por migrar de las rentas de corto plazo a contratos de largo plazo, lo que evidencia la dificultad para sostener el modelo vacacional en las actuales condiciones de mercado.

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Planeación y ubicación estratégica, clave para el éxito
Más allá del debate con los hoteleros, reconoció otro de los temas que empañan la operación, las rentas que se ofertan en zonas con altos índices de inseguridad, particularmente en áreas populares al norte de la avenida José López Portillo.
“El tema es cómo hacerle entender a los propietarios que su ubicación no es lo ideal para el turismo. Todos tienen el derecho de rentar, en corto o largo plazo, pero lo que se debe cuestionar es si tendrán éxito o no”, señaló Lozano Álvarez.
Finalmente, el posicionamiento del presidente de la Asociación revela que, mientras se defienden como alternativa frente al monopolio hotelero, la falta de planeación, supervisión y localización estratégica amenaza la experiencia del turista.