Congreso, entre oficios perdidos y simulaciones políticas

El enfrentamiento entre José Luis Pech Várguez y Wilbert Batún Chulim exhibe la miseria legislativa que impera en Quintana Roo. Dos iniciativas —la derogación de la ‘Ley Chaleco’ y la creación de licencias permanentes— llevan casi un año congeladas en la Comisión de Movilidad, presidida por Batún Chulim, quien se excusó alegando que “no recibió oficio”.

El problema no es la burocracia, sino la desfachatez: Pech Várguez mostró el documento con sello de recibido, desmintiendo al morenista y dejando claro que la parálisis es deliberada.

El Congreso se convierte así en un escenario de protagonismos y acusaciones, mientras las propuestas que podrían aliviar cargas injustas a los ciudadanos duermen en los cajones.

Morena presume cercanía con el pueblo, pero aquí se dedica a bloquear iniciativas, incluso aquellas que su propio partido ha impulsado en otros estados. La política se reduce a pleito de curules, y la justicia social se pierde entre excusas y simulaciones. ¿Será?

Cancún: errores del pasado, omisiones del presente

La alcaldesa Ana Paty Peralta reconoce que Cancún padece las consecuencias de desarrollos inmobiliarios mal aprobados, con calles de apenas tres centímetros de asfalto y fraccionamientos construidos sin calidad ni planeación. Sin embargo, su discurso se queda en señalar “errores del pasado” sin asumir que la actual administración también ha sido incapaz de frenar la corrupción y la negligencia que permiten que miles de lotes irregulares sigan apareciendo.

Clausurar 15 mil terrenos en cuatro años no es un logro, es la evidencia de un sistema que sigue tolerando la ilegalidad hasta que se vuelve escándalo.

Los ciudadanos pagan con vialidades que duran menos de una década y con servicios deficientes, mientras las autoridades se limitan a reforzar inspecciones que llegan tarde.

Reconocer el desastre es apenas el primer paso; lo que falta es voluntad política para romper con la complicidad que mantiene a Cancún atrapado en la improvisación urbana. ¿Será?

Encuestas de papel, méritos invisibles

El ranking difundido por Congresistas que coloca a Reyna Tamayo entre las mejores diputadas del PAN es un ejemplo claro de cómo las encuestas pueden convertirse en espejismos. 

Resulta difícil encontrar en la realidad legislativa de Quintana Roo las acciones que supuestamente le otorgan ese mérito: defensa del turismo sustentable, protección laboral y educación comunitaria. Nadie ha visto esas gestiones, ni en tribuna ni en territorio.

La bancada panista, reducida a dos integrantes, no ha ejercido una oposición firme ni ha marcado diferencia en el Congreso local. El argumento de Tamayo sobre ser una oposición responsable suena más a justificación de la inercia que a estrategia política. Si las encuestas fabrican liderazgos, entonces la política se convierte en un concurso de popularidad sin sustento. Lo preocupante es que estos rankings terminan sirviendo de plataforma para la reelección, aunque los méritos sean invisibles. ¿Será?