José María Morelos, 8 Junio .- Antiguas tradiciones que marcaron época en la Península de Yucatán continúan vigentes en la Zona Maya de Quintana Roo, y una de ella es el llamado Jéets lu’um, que pide a la divinidad la protección de las tierras, los animales y las cosechas.
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La ofrenda está elaborada con los productos cosechados de la milpa, como el maíz, frijol y calabaza, y otros que salen del traspatio como son las gallinas y los pavos, que sirven para preparar todos los alimentos.
La cosmovisión maya mantiene la fe de que ceremonias como estas bendicen a la milpa con abundancia, protegen a los animales, la cosecha y las tierras de plagas.
La particularidad de esta ceremonia es que las ofrendas son realizadas únicamente por varones que elaboran un altar en el que depositan alimentos y el balché (vino sagrado maya), que es servido en abundancia a quienes participan en la ancestral ceremonia. Todo ello, con materiales de la región.
Esta actividad es realizada de manera familiar, aunque asisten amigos y conocidos, y eso les permite conservar la tradición que a pesar de los años mantiene casi intacto el proceso ceremonial.