El presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que no comparte la opinión de la iglesia católica, sobre la reforma electoral, pero aclaró que la respeta.
“Somos respetuosos de todas las Iglesias y de los libres pensadores, es su visión y la respetamos aunque no estemos de acuerdo con ese punto de vista”, declaró.
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Este lunes la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), calificó como “regresiva” y un “agravio” a la vida democrática del país la reforma presidencial en materia electoral.
“Es una reforma destinada a afectar la representación y el equilibrio de las minorías y mayorías, llevando el control de los comicios hacia el ámbito del gobierno federal centralista, afectando su gestión presupuestal, eliminando su autonomía ciudadana y su imparcialidad partidista”, dijeron.
Los obispos consideraron que ningún ciudadano ni gobernante tienen derecho a impulsar reformas que eliminen o comprometan la fortaleza de las instituciones que son el soporte del Estado, como el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
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En conferencia de prensa desde Palacio Nacional el titular del ejecutivo recordó que la palabra democracia se compone de dos partes “demos” que es pueblo y “cratos” que es poder. En ese sentido aclaró que si relación con la iglesia católica es buena.
“La verdad es muy buena la relación con todas las iglesias y excepcional la relación con el papa Francisco, es el mejor papa que ha tenido la Iglesia católica en mucho tiempo”, dijo.