Desde enfermeras a conductores de ambulancias, el personal de la Salud Pública de Inglaterra, realizó la mayor huelga de su historia, en un nuevo capítulo de las protestas que sacuden el Reino Unido ante el disparado costo de la vida debido a la inflación.
“Un personal más seguro salva vidas”, “Los aplausos no pagan las facturas”, afirman las pancartas de los manifestantes a las puertas del hospital Saint Thomas, en el centro de Londres, en referencia a los aplausos que el personal sanitario recibía semanalmente durante la pandemia.
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Años de aumentos por debajo de la inflación hicieron caer 20% el poder adquisitivo de las enfermeras desde 2010, afirma el sindicato Real Colegio de Enfermería (RCN, por sus siglas en inglés). Algunas ya no logran pagar las facturas de calefacción, alimentación o alquiler y uno de cada cuatro hospitales tuvo que abrir bancos de alimentos para su personal.
Esta baja remuneración contribuye a que haya 47 mil puestos de enfermería vacantes, situación que agrava la presión y el estrés sobre el personal restante.
“Estamos disponibles las 24 horas 7 días por semana, nos partimos la espalda haciendo el trabajo de tres personas”, afirma Victoria Busk, joven enfermera en el Hospital Queen Elizabeth de Birmingham, en el centro de Inglaterra. “Y no va a hacer más que agravarse porque cada vez más gente abandonará la profesión”, agrega.
OTROS SECTORES
En un Reino Unido, donde la inflación roza el 11% desde hace meses, la molestia social no deja de crecer en todos los sectores.
Profesores de todos los niveles, trabajadores de ferrocarriles y funcionarios de múltiples ministerios protagonizaron el 1 de febrero la mayor huelga del país en más de 11 años. Aunque cada sector tiene sus reivindicaciones específicas, todos se unen en el reclamo de aumentos salariales.
Como “último recurso”, el RCN convocó en diciembre el primero paro nacional, de dos días, en sus 106 años de historia. El de ahora, coincide con una acción en Inglaterra del personal de ambulancias (conductores, paramédicos y telefonistas), lo que resulta en la mayor huelga desde la creación en 1948 del Servicio Nacional de Salud (NHS) británico.
APOYO SOCIAL
La huelga provocó la cancelación de unas 80 mil citas médicas y 11 mil intervenciones. A pesar del caos por las repetidas protestas, 59% de británicos apoya a las enfermeras, 43% respalda a los profesores y 36% a los ferroviarios, según un sondeo de Public First.
“El apoyo a las enfermeras es fuerte. El gobierno no debe esperar que esto disminuya, nuestros miembros están dispuestos a renunciar a otro día de sueldo para conseguir que este gobierno haga lo correcto”, señaló la secretaria general del RCN, Pat Cullen.
Frase:
“El gobernador del Banco de Inglaterra advirtió que si intentamos combatir la inflación con subidas salariales elevadas, la situación no hará más que empeorar y la gente no estará mejor” – Steve Barclay, ministro de Sanidad.
“El apoyo a las enfermeras es fuerte. El gobierno no debe esperar que esto disminuya, nuestros miembros están dispuestos a renunciar a otro día de sueldo para conseguir que este gobierno haga lo correcto”, Pat Cullen, secretaria general del sindicato del Real Colegio de Enfermería (RCN).